¿Qué podrías hacer para demostrarte a tí misma que te quieres?

Foto: wikipedia
Tenía una historia llena de desencuentros. La habían ocurrido todo tipo de contrariedades en la vida. Conocía bien los significados de las palabras dolor y soledad. Esa tarde acudió a su médico para enseñarle una nota del psiquiatra. Era un papel escueto: Leve mejoría, añadir escitalopram 20mg al tratamiento habitual. El médico se quedó pensando un levísimo instante en el psiquiatra, enseguida la miró a los ojos y preguntó: "¿cómo estás?", ella respondió con la larga lista de sus dolores habituales: cuello, espalda, piernas y brazos... Hablaron un rato de los mismos y de la manera de poder aliviarlos. El médico escribió algo al ordenador y dijo de soslayo "voy a hacerle la pregunta del millón, esta no se la han hecho nunca, vaya preparándose", ella se sorprendió pero respondió resuelta "pregunte lo que quiera".
El médico volvió a mirarla a la cara y espetó: "¿Qué podrías hacer para demostrarte a ti misma que te quieres?". Tras varios segundos se les humedecieron los ojos a los dos. Ella sabía que su médico se interesaba de verdad, él supo que a veces la valentía es posible, incluso necesaria. "Me lo voy a pensar, el próximo día se lo digo".
Cuando ella salió él se puso a escribir. Era evidente que en esa ocasión la estocada fue buena.