Revista Opinión

¿Qué problema hay en que los niños jueguen con coches y las niñas con muñecas?

Publicado el 01 marzo 2016 por Alberto Alberto Rodriguez Garcia @albertoalmundo

citizengo-no_a_adoctrinamiento_en_ideologia_de_genero_hzNo hay igualdad entre sexos por una simple razón: No existe… No existe porque somos distintos, y no sólo en nuestra anatomía (lo más evidente). Nuestra psicología es también muy diferente. Pero todas esas diferencias, más o menos obvias, no implican que haya un sexo mejor que el otro. Y ese es el problema esencial en todo este tema: Pensar que la diferencia (desigualdad) es mala y, por lo tanto, hay que eliminarla, es decir, homogeneizarnos a todos. Esto es de lo que trata la ideología de género: Igualarnos a todos, ignorando nuestras evidentes diferencias, con el fin de evitar los problemas que conllevan.

La libertad individual nos debe asegurar que cada uno haga lo que le dé relativamente la gana (mientras no dañe a su prójimo, obviamente). Pero esas diferencias también implican que un sexo sea GENERALMENTE mejor que el otro en según qué tareas, nos guste o no aceptarlo. Por lo tanto, según la generalidad, uno podría ser realista al emprender unos u otros retos en su vida. Y para que esa libertad individual sea real, lo primero es conocer esa realidad.

La expresión “tareas típicamente de hombres”, lejos de ser un concepto machista, yo creo que es un concepto realista; al igual que las “tareas típicamente de mujeres”. Nuestras evidentes diferencias físicas y las no tan evidentes psicológicas, así lo confirman. Y no pasa nada. No debería pasar nada en un mundo Humanista, donde el “DINERO FÁCIL” (mucho y rápido) no fuera la prioridad número uno en casi el 99% de la población. El problema es que estamos bastante lejos de esa sociedad ideal y, en su lugar, tenemos una sociedad donde los parámetros generales de los varones son los que permiten alcanzar ese objetivo (dinero fácil) de una forma más efectiva.

En este modelo de sociedad basada en el “dinero fácil”, todo lo que no sea directamente productivo es prácticamente inútil. Los equipos de desarrolladores, que no son directa o inmediatamente productivos, suelen tener salarios proporcionalmente mucho más bajos que los equipos comerciales; cuando los comerciales son meros intermediarios entre el “productor” y el “consumidor”. La razón es que el trabajo de un desarrollador suele tener su efecto con el tiempo, no inmediatamente. Es más, mientras los productos no estén acabados, un desarrollador es sólo un gasto a los ojos de la gran mayoría de las empresas (lamentablemente, claro).

El ejemplo de los desarrolladores mal pagados (sobre todo en sociedades como la española) es solo un ejemplo de una sociedad enfermizamente capitalista (dinero fácil). Yo lo he sufrido en mis propias carnes, lo tengo muy claro. Pero otro ejemplo muchísimo más polémico pero en la misma línea es el del trabajo “típicamente femenino”, véase por (por orden de prioridades), embarazo, lactancia, educación infantil… cuidado del hogar… Sí, ya sé, a medida que me he ido alejando de las tareas más asociadas a la propia biología femenina (embarazo y lactancia) a muchos les salen salpullidos al llegar a leer que el “cuidado del hogar” es una tarea típicamente femenina. Pero la pregunta, antes de la típica “¿porqué las mujeres estamos más preparadas para eso?”, es ¿por qué seguimos denigrando a cualquiera (hombre y mujer) que se dedique a eso de forma más o menos regular? La respuesta es la misma que para los desarrolladores en las empresas: Es una tarea que no da dinero directamente. Pero eso no significa que, al igual que el trabajo de un desarrollador, el cuidado de un hogar no sea realmente muy importante. Posiblemente es unas de las tareas más complejas, duras e importantes que el Ser Humano puede realizar en su vida. Pero posiblemente nuestra mentalidad obsesivamente capitalista (dinero fácil) no nos permite ver esa realidad.

Después de esa reflexión anterior, seguramente, la otra pregunta más típica ya habrá perdido toda su importancia y, además, todos empezaremos a aceptar que una mujer, por su “estructura mental” se adapta mucho mejor al cuidado del hogar que un hombre.

Y es que, al igual que los desarrolladores y los comerciales, ambos necesarios, y no debemos caer en el estúpido error de pensar que los directivos en una empresa (varones) son mejores que sus mujeres, trabajando exclusivamente “cuidando del hogar y de los niños”. Y simplemente porque ellos son los que “llevan el dinero a casa”. Sí, ellos son los que lo llevan a casa, pero sólo eso: En realidad, un matrimonio dónde sólo él trabaje, es un “equipo con componentes especializados”, donde ninguno tiene realmente más valor que el otro. Es exactamente el mismo ejemplo que los equipos de desarrolladores y comerciales de una empresa.

Para acabar, en cuanto al intercambio de papeles, sólo decir que, como cualquier regla, existen sus excepciones; siempre muy respetables pero que se deben etiquetar como eso, excepciones, y no seguir generalizando engañosamente a millones de hombres y mujeres, que llegando a una edad adulta avanzada incluso, se sienten totalmente frustrados y engañados por un modelo mal llamado progresista que sólo ha jugado con sus vidas y, finalmente, con su felicidad. Lamentable.


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