Tengo que confesar que no sabía nada de Risto Mejide hasta hace dos semanas. Me llegó un tweet con una información de él que valoré positivamente. Tras buscarlo en Google me hice una idea, tras mirar su millón de seguidores en Twitter otra.
Con esto de la sociedad web me entero ayer que ha publicado un libro. Aprovecho la magia de las tecnologías y en un minuto ya lo tenía en mi libro electrónico. Leerlo me llevó un dia, publicar este post otro, ya ven que las cosas van cada vez más rápido.
El que hoy Risto Mejide sea el protagonista en el blog de un médico es sintomático de que las cosas están cambiando. Aunque pueda parecer paradójico este señor me ha enseñado varias cosas. La tesis de su libro #Annoyomics es que es posible ganar dinero molestando. Molestando bien.
A este respecto he de decir que yo no vivo del marketing ni de vender productos. Pero como médico trato de promocionar la salud, lo que a fin de cuentas se parece bastante a vender una moto. Está claro que no lo hago lo suficientemente bien. No he recibido clases de mercadotecnia ni tampoco tengo un programa en tele cinco. Me debo a mi público, 2200 pacientes de un pueblo de la sierra madrileña. Aunque algo me dice que tal y como van las cosas me voy a ver abocado a ampliar la audiencia si quiero seguir comiendo lentejas.
El hecho es que como médico tengo muchas razones para ser molesto. Razones éticas. Ser molesto para:
- denunciar los abusos de la hipermedicalización social que padecemos
- no estar de acuerdo con protocolos de actuación admitidos por el sistema sanitario sin suficiente respaldo científico (vacuna del papiloma humano, uso del PSA como cribado, "protectores del cartílago", uso indiscriminado de omeprazol...)
- argumentar la inutilidad de chequeos y realización de pruebas diagnósticas que hacen más mal que bien.
- denunciar la creación de enfermedades (disease monguering) y el lucro que conllevan.
- poner de relieve los fallos de gestión de mi organización para que se puedan llevar a cabo mejoras y correcciones, en especial con el modelo de receta y la hiperburocracia en consulta.
- defender una sanidad pública de calidad, en la que yo me debo implicar en primer lugar.
Poder hacerlo de una forma certera, sin caer en el insulto ni en la charla zafia tiene algo de arte. Por eso este libro me parece de interés. Si la sociedad civil no se hace "molesta" para el elenco dominante, nos seguirán metiendo goles. Habrá pues que aprender del señor Mejide.