Autor | José Javier Quintana
Hace tiempo que no me da la vida para escribir nuevos post, pero llevo ya demasiados años escribiendo sobre el pronostico del año que entra como para no seguir con la tradición. He repasadoel post del año pasado análogo a éste y terminaba diciendo “recuerda que como decía mi profesor de finanzas, No hay nada peor que estar cierto en el error”
Pues nada en eso seguimos y me explicaré…
Sector inmobiliario.
Estimamos la producción de viviendas en 100k anuales. La actividad en el sector inmobiliario es cíclica per se y ahora estamos en un ciclo expansivo. Se está invirtiendo mucho dinero, y desde 2015 se están generando nuevas promotoras de gran tamaño y capacidad de generación de trabajo. Siguiendo su plan preestablecido, fondos y bancos irán desinvertiendo y consolidando ganancias. Salir a bolsa es el primer paso para recuperar buena parte de lo invertido. Neinor homes y AEDAS homes ya lo han hecho en 2017 y en 2018 lo hará Metrovacesa y a no mucho tardar también Vía Célere. Las 20 mayores promotoras del país prevén desarrollar 80.000 viviendas hasta 2020
potencial promotor de los principales grupos para el periodo entre 2018 y 2020 Fuente: Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, visto en El Confidencial.
Esta es la misma película de siempre que terminará como siempre, generación de apetito inversor, subida de precios, etc. etc. etc. y se desembocará en una crisis que durará más o menos tiempo según las medidas que se tomen previamente. En este ciclo se está intentando hacer algo diferente, por ejemplo el BdE ha adoptado medidas antiburbuja, “Los bancos solo prestarán el 50% del suelo y exigirán aval en hipotecas por más del 80%”, todo ello está muy bien pero falta la independencia en la tasación. Y que haya suelo para evitar que suban los precios como está sucediendo en Madrid cuyo ayuntamiento solo se preocupa en paralizar desarrollos y en reducir la edificabilidad y no en generar suelo de calidad y ciudad sostenible.
La confianza en la economía sigue mejorando. Esto provoca que en un efecto de mancha de aceite los distintos agentes se vayan atreviendo a emprender proyectos.
Sector público
Las administraciones no van tener mucha capacidad inversora, pero si algo más debido al crecimiento económico y a que se ha ido controlando el déficit. Volveremos a ver concursos de edificios públicos en mucha menor medida que antes de la crisis.
Lamentablemente este no será un buen mercado mientras no se arregle el problema de los precios de las licitaciones y las lamentables bajas que hacemos los arquitectos. Por mucho que echemos la culpa a las administraciones convocantes, las bajas las hacemos nosotros voluntariamente. (es como para hacérselo mirar)
Ponte manos a la obra: planifica
Siempre resulta complicado realizar una planificación en sector de la arquitectura porque faltan muchos datos sobre la oferta, la información no es muy opaca o directamente no existe, lo que en economía se denomina “ineficiencia del mercado”. Así es complicado tomar decisiones.
Es fundamental tener cuantificada la demanda, es decir datos sobre el volumen esperado de proyectos a realizar por sectores de actividad y comunidades autónomas. Aprovecho el cambio de Presidente en el CSCAE para cursar la solicitud. Lo haré en otro post específico.
Trabaja la planificación con seriedad. Genera una propuesta de valor muy interesante para un determinado tipo de clientes de manera que puedas generar suficientes ingresos. Haz un planteamiento comercial para generar oportunidades y trabaja duro para aprovecharlas.
Hay unos cuatro o cinco años de cierta bonanza garantizados y el premio será para los más listos o los menos tontos. Y termino como el año pasado “recuerda que como decía mi profesor de finanzas, el insigne Eduardo Martinez Abascal, No hay nada peor que estar cierto en el error”
Tú eliges.
pd_Todo esto que os cuento se matizará seguimos cómo vaya la cuestión catalana. Sin entrar en política, en el plano económico la incertidumbre se paga muy cara, el dinero (inversión) es miedoso por naturaleza y las consecuencias pueden ser desde importantes hasta devastadoras. Ahora mismo ésta es la espada de Damocles que pende sobre todos nosotros y muy especialmente sobre los catalanes.