El calcio es un elemento muy presente en el organismo, estando el 99% del calcio que tenemos en el cuerpo presente en el tejido óseo. El otro 1% se encuentra en la sangre. Se debe mantener un nivel mínimo de calcio en el organismo para evitar tener algún tipo de trastorno relacionado con esta carencia.
Hablando de los niños, ni que decir tiene que el calcio es más que fundamental, puesto que la mayor parte del desarrollo del organismo se produce siendo niños. En lo relacionado con el esqueleto y los huesos, el 90% del esqueleto que tendremos de adulto, se desarrolla siendo niños. Por tanto, para tener unos huesos fuertes se necesita ingerir las cantidades mínimas diarias porque si no el esqueleto no se desarrolla correctamente.
Además el calcio necesita de la Vitamina D para poder absorberse correctamente y poder desarrollar los huesos. La vitamina D es obtenida al estar expuesto a los rayos solares o por tomar algunos alimentos, aunque estos últimos son bastante pocos. Por lo tanto, también es necesario que los niños estén expuestos a los rayos solares, por supuesto con la precaución de usar la protección que necesiten.
Si miramos en España, podemos decir que aproximadamente un 60% de los niños tienen déficit de vitamina D. Además también hay estudios que determinan que solo hay un 10% de niños que toman las dosis correctas de calcio diarias en nuestro país.
Problemas de déficit en los niños de calcio
En el caso de que a lo largo de nuestra vida no se tome las cantidades mínima que se necesitan de calcio, terminaremos por sufrir osteoporosis, raquitismo, debilidad… al haber una pérdida de la masa ósea, los huesos son más sensibles a sufrir fracturas o roturas. También se puede sufrir de calambres, espasmos o hipertensión.
En el caso de los niños, el crecimiento y desarrollo será más lento al sufrir carencia de calcio. Sus huesos y el resto de organismo no pueden coger todo el calcio que necesitan para desarrollarse, por lo que toman el que hay para hacerlo. De ahí que su crecimiento sea menor que otro niño que tenga el calcio necesario.
La falta de calcio en el niño puede derivar también en un comportamiento agresivo, y quizás el niño se muestre más irritable de lo normal.
Es importante consultar al pediatra la posibilidad de este déficit y como solventarlo para ayudarles en su crecimiento.