Hay que ver qué manía le tienen a este adalid de la política, implicado por varios casos y por diversos delitos. Por uno de esos casos, la acusación particular ha pedido veinte años de cárcel y ahora el fiscal pide quince y 2,3 millones de euros de multa, además de diez años de inhabilitación para cargo público.
Pobre Carlos Fabra, con lo que le ha costado mantener esa imagen que tiene. Y es que su biografía es única, no es nada fácil fraguarse una reputación como la que él tiene. Y ahora resulta que viene un simple fiscal, a él, al todopoderoso, para acusarle.
Él que ha llamado hijoputa a la oposición, que ha amenazado con mearse en la sede de Izquierda Unida; él, tan amigo de la suerte con la que ha vencido a la lotería varias veces. Un intrépido que ha reconocido que ha colocado a cientos de personas en Castellón, un político ejemplar en palabras de su jefe Rajoy y de Camps. Él que ha tenido “la suerte” de que cada vez que le iban a juzgar el juez cambiaba y empezaba de nuevo la investigación. En fin, otra injusticia que se comete con este servidor público, ese afán propio de su familia que le viene desde hace ciento cincuenta años.Con lo simpático que es, con los desplantes que ha hecho a la oposición y a los periodistas que no son de su cuerda, con las risas que se ha echado con sus amigotes a costa de la oposición, ahora resulta que le quieren empapelar. No hay derecho, no hay justicia. Este prohombre debería ser nombrado Héroe Nacional. De momento creo que en Sicilia ya tiene una estatua.
Por cierto, acabo de oír que el PP no va a tomar medidas contra Fabra, ¿alguien me sabría decir por dónde tiene cogidos Fabra a los dirigentes de su partido para que no actúen?
Salud y República