Revista Psicología

¿qué sacamos con llevarnos mal con los demás?

Por Juanmartinezsalinas76

La empatía está de moda y todos los expertos recomiendan ponernos en el lugar del otro antes de sacar conclusiones anticipadas, hacer juicios de valor o poner en la lista negra a compañeros de trabajo. Sin embargo, a nivel teórico es muy fácil decirlo, pero más complicado llevarlo a la práctica.¿QUÉ SACAMOS CON LLEVARNOS MAL CON LOS DEMÁS?

En el ámbito laboral, las personas, por regla general, solamente parecen importarles lo que pasa alrededor de su ombligo y que tenga que ver de alguna forma con ellos. Cada vez más, las personas son más individualistas y egoístas, es decir, para hacer algo quieren saber qué pueden sacar a cambio. Cuando los trabajadores deben darse cuenta que todos están en el mismo barco.

Sólo tenemos que ver cuando suele comenzar un nuevo compañero en cualquier departamento. Las frases más escuchadas de sus compañeros y responsables son “no tengo tiempo para estar con él” “si le tengo que explicar cómo hacerlo lo hago yo”. Expresiones que demuestran que la empatía está en peligro de extinción. Obviamente, el nuevo no se pondrá en el lugar de sus compañeros porque esa actitud que toman contra él le repercute negativamente. Cuando deberíamos ayudarnos y preocuparnos más los unos por los otros. No olvidemos que todos comenzamos algún día o que todos, en determinado momento, por mucha experiencia que tengamos, nos encontraremos con obstáculos donde precisaremos la asistencia de otros.

Muchas organizaciones depositan toda su confianza en los responsables de equipo o de departamento porque los ven con criterio, saber estar, etc. Aunque después se demuestra que más que equipo de personas tienen recursos a su cargo, sin pararse a escucharlos, ayudarlos, motivarlos, etc.

Debemos escuchar mucho más en el trabajo, en nuestra casa, en nuestro grupo de amigos, es decir, en todas las partes. Muchas veces no comprendemos el mensaje de la otra parte porque, sencillamente, omitimos lo que dice o no nos interesa porque ya hemos sentenciado en función de nuestras conclusiones subjetivas. Cuando algo nos sienta mal, debemos decírselo a la otra parte de forma adecuada para dialogarlo y dejarlo solucionado. Sin embargo, nos parece mucho mejor criticar a las espaldas y echar más leña al fuego para marcar ya una línea sin retorno entre los enfrentados. Esto, en la empresa, se manifiesta en bandos a favor de uno y de otro que no se podrán ni ver y no durarán en perjudicarse aunque eso repercuta negativamente a la actividad corporativa.

Somos adultos y profesionales por lo que debemos usar el sentido común y diferenciar las cosas sin mezclas ridículas que no llevan a nada positivo.

A los seres humanos nos encanta hacernos la vida imposible unos a otros en vez de intentar convivir.

Por ello, debemos intentar con todas nuestras fuerzas ser felices en el trabajo. ¿Qué sacamos con llevarnos mal con los demás? ¿Con criticarlos? ¿Con ponerles la zancadilla a la mínima oportunidad? ¿No ayudarles porque no nos interesa lo que hacen otros? El nuevo no ha de ser visto como el que viene a quitarme el puesto. Si se requiere una persona nueva, viene a ayudar, porque se ha analizado la situación y se ha visto que era necesaria. Por ello, el dedicarle el tiempo necesario en un principio para dotarle de una formación que le permita ser más independiente, será una buena inversión de futuro. Pero cuando se invierte mal, se pierde mucho dinero, tiempo… genera estrés entre los compañeros… El nuevo puede tener, quizá algo de problema de no tener iniciativa, pero podría asegurar que el gran culpable es el grupo de personas que integran el equipo, que no le dedican tiempo suficiente para integrarlo y poder ser más efectivos en la resolución del día a día.

Pasamos muchas horas en el trabajo y, por ello, debemos de plantearnos como objetivo, pasarlo lo mejor posible, disfrutando del trabajo y de los compañeros. Con esto no estoy diciendo que debamos tolerar todo y dejar correr todo tipo de cosas de los demás. Si no que dialoguemos habitualmente para evitar que los pequeños malentendidos y roces crezcan y lleven a lo personal.

No creo que a nadie le ayude en su trabajo tener enemigos o lista de personas que no soporta porque eso termina quemando.

¿Qué podemos hacer para cambiar?

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