Cuando alguien es invitado a una boda, se le presumen varias cosas. En primer lugar, y muy importante, es que comparta con la pareja un día tan especial y lo disfrute, apreciando que todo lo que vaya a suceder en la boda ha sido pensado para agradar y sorprender a los invitados.
Sin embargo, hay unas reglas de protocolo básicas que todo invitado debería mantener y que sin embargo se rompen constantemente. No queremos pensar que se hace por desidia, sino por desconocimiento, y para aportar nuestro pequeño granito de arena, vamos a contaros qué se debe y qué no se debe hacer en una boda.
Comenzamos con la vestimenta.
Hay que vestirse apropiadamente, que esto parece de cajón, pero luego vemos auténticos atentados al protocolo.
Antes de ir corriendo a comprar ese vestidazo con el que piensas ser la más cool del evento, verifique si la invitación indica algún código de vestimenta, ya sea informal, formal o de cóctel.
Si no dice nada, lo más correcto sería optar por vestido tipo cóctel y seguir la premisa del menos es más.
En lo que respecta a los colores, nunca uses blanco o crema para una boda. El negro tampoco es muy apropiado. En cuanto a los zapatos, ten en cuenta dónde se va a celebrar la boda y piensa la cantidad de horas que tendrás que llevarlos. ¿Habrá césped, será en la playa? Elije cuidadosamente y piensa tanto en el estilo como en la comodidad de tus pies para poder disfrutar de principio a fin.
Cuidado con las fotos.
Si, todos tenemos la tentación de fotografiar cada instante y la calidad de las cámaras de muchos móviles facilitan mucho este trabajo…pero piensa que salir en medio del pasillo para tener un primer plano de la novia cuando llega, levantar los teléfonos para hacer esa ansiada panorámica o moverte para obtener un mejor ángulo puede llegar a interrumpir el trabajo del fotógrafo profesional que la pareja ha contratado o impedir que el novio vea a su amada llegar hasta el altar (verídico, nos ha pasado).
Por otro lado y a modo de cortesía, no deberíamos publicar esas fotos en las redes sociales antes de que los propios novios lo hayan hecho…ya sabemos que es complicado…
No traigas a ningún invitado si no ha sido expresamente invitado.
Aunque no parezca algo lógico, hay muchas personas que cuando son invitadas, llevan a una pareja que no lo ha sido. Como regla general, si la invitación no se extiende más uno o no incluye niños, es por alguna razón que los novios ya han tenido en cuenta (cuestión de horario o espacio por ejemplo) y habría que respetar esa opción de forma amable y considerada hacia ellos.
El regalo…ese tema tan controvertido.
Partiendo de la base que siempre hay que regalar algo a los novios y que hoy en día el que las parejas han convivido con anterioridad y eso descarta regalos tipo vajillas, jarrones y similar…nos quedamos con el frío y vil metal.
No nos gusta personalmente que los novios incluyan un número de cuenta en la invitación ya que la boda no debe ser tratada cual negocio, pero sí que podemos amablemente pedírselo para hacerles llegar nuestro obsequio con anterioridad al día de la boda y evitar el trapicheo de sobres en un momento en el que los novios deberían estar preocupándose por sus invitados y no por recoger dinero de unos y otros.
Así, además, les ayudaremos a ir costeando los gastos que tendrán que ir haciendo para la boda. Si lo acompañamos de una tarjeta emotiva, será un regalo redondo.
La siguiente pregunta es ¿cuanto gastar? Pues a eso no te podemos contestar con una respuesta mágica, ya que depende de tu capacidad económica, tu relación con la pareja y si es posible, con una estimación basada en el lugar donde celebren su boda, ya que al menos el regalo debe tener un valor equivalente al precio del menú.
Diviértete bien y con estilo
En una boda, los invitados sólo tienen un trabajo…¡disfrutar! Come, bebe, baila…ya que el mayor homenaje que podemos rendir a los novios es celebrar con ellos y gozar de lo que han preparado para nosotros…eso sí…con moderación por favor.
Y si por alguna razón de peso no puedes quedarte durante todo el evento, al menos sí deberías hacerlo hasta el primer baile de los novios. Luego, si no hay más remedio que abandonar la fiesta, felicita a los novios, deséales lo mejor y agradece que hayan pensado en ti para acompañarles en unos momentos tan especiales en sus vidas.
Fotos vía: stylemepretty, pinterest.