¿Recordáis que hace unos días me habían abducido los extraterrestres? Estaba yo tan tranquilita, sin meterme en asuntos cósmicos que no eran de mi incumbencia, cuando de pronto un chicarrón de ojos verdes me lanzó una sonrisa torcida y whumf, fui arrastrada por un rayo de luz al interior de una nave llamada OBSIDIAN, marca de Jennifer L. Armentrout, seguida de un cohete llamado ONYX.Comienzo de reseña.OMGFin de la reseña.Con eso basta. De verdad. No le hace falta más. Vaaaaaaaaaaaaale. Voy a daros algunos detalles que engorden esas (completísimas) siglas porque sé que vamos a divertirnos comentándolos.Os presento a Daemon Black. Os vale con esto, ¿no? Jejejejejeje.En primer lugar, tengo que avisaros de algo importante: debéis poneros unos guantes antitérmicos antes de tocar estas novelas. Os prometo que sisean de puro calor. La razón es que en su interior habita un tiarrón de ojos verdes y talante gamberro que os va a derretir sobre las páginas hasta parecer pegamento.Daemon.¡La estrella que lo hizo! Mira que es irritante, burlón y cabezota, pero tiene unas cualidades que lo hacen irresistible. No sólo su físico imponente, sino ese carácter apasionado que envuelve un trauma del que toda mujer querría curarlo. Es fiel hasta la muerte, es imparable cuando defiende lo que es suyo y no hay nadie que se olvide de la camiseta con tanto arte como él.Aparte del héroe, hay muchas cosas estupendas en esta saga. Repasemos.-Katy es bloguera. ¿Os lo podéis creer? Adora leer y además comparte su afición-adicción con el mundo a través de su blog. Oh, qué situaciones tan familiares han ido surgiendo todo el rato. Me ha parecido genial que estas vivencias que son tan nuestras aparezcan en una trama tan "fuera de este mundo".
Miré la reseña que había subido el día anterior. Nada, ni un comentario. La gente era de lo peor. Pero tenía cinco nuevos seguidores. La gente molaba. pág. 172-Los extraterrestres. Viven entre nosotros, con unos poderes muy singulares que les permiten hacer cosas increíbles. Al mismo tiempo, están supeditados a enemigos de distintas clases que les obligan a un anonimato muy duro. Tanto sus poderes como sus debilidades crean una sucesión de descubrimientos asombrosos en la primera novela, mientras que en el segundo libro la trama se complica de tal manera que no hay un sólo respiro entre acción y subidón hormonal.-Sexy moments: ahí teníamos que llegar. Desde que Katy y Daemon se conocen, son vecinos a la fuerza, se produce una tensión que echa chispas metafóricas. Daemon, tan incomprensible él, se dedica a espantar a la pobre Katy aunque la hermana del matón-guapetón quiera tener una amiga de una vez. Lejos de amilanarse, Katy le planta cara. Y eso provoca fuegos artificiales cada vez que la pareja imposible cruza sus caminos. Se pelean, se pinchan, se ponen a temperatura de horno. Comprendéis ahora el OMG, ¿no?
Sentí un revoloteo en el pecho. El contacto con su piel me quemaba y aquellas palabras me llenaban de un deseo inesperado que me sobrepasaba. pág. 334Debido a que él guarda muchos secretos y ella no comprende sus arrebatos, hay una lucha entre los dos constante. Se atraen como dos imanes al rojo vivo, pero es imposible que se comprendan. Hasta que Katy se da de bruces contra el peligro que pulula en Virginia Occidental y descubre quién es Daemon de verdad. Un alienígena. Por si eso fuera poco, hay multitud de razones para que no puedan estar juntos, entre ellas, la forma en que sus poderes afectan a la raza humana y las repercusiones de su presencia en el mundo. En Obsidian, conocemos a los vecinos, se desarrolla el misterio que los rodea y nos apasionamos con la relación amor-odio que tan emocionante resulta. En Onyx, en cambio, la relación estalla hasta límites ardientes y románticos a la par que la trama alienígena se vuelve dramática. Mucha acción, muchos cambios, mucho dolor. La estructura de la historia es sencilla y se pueden observar ecos de Superman y Crepúsculo en la línea que siguen los alienígenas y su presencia en el pueblo. La ventaja es que Katy posee un temperamento fuerte, no se queda embobada a los pies del vecino por lo que hay muchas escenas de enredos verbales con el resultado de que es imposible dejar de leer.-Humor: me he reído bastante con algunos diálogos, sobre todo, cuando Daemon se dedica a cambiarle el nombre a cierto personaje que le cae tan bien como una patada en la espinilla. He dicho en la espinilla.-Negativo: en realidad, me ha enganchado tanto que he tardado 5 días en leer ambos, un record para mí y mi vida caótica. Es enormemente amena, me ha encantado la relación entre los protagonistas (divertida, sexy, te dan ganas de arrearles para que se junten más), todo el asunto de los alienígenas es atractivo al máximo y el binomio romance-acción está perfectamente equilibrado. Por lo tanto, sólo puedo poner dos peros: la maldita manía del chico de llamar "gatita" a la chica. Lo hace mil millones de veces. Sic. Y ese final. ¡Por la Osa Mayor, es para ponerse a chillar!
Durante un instante, un demencial instante, habíamos compartido algo infinitamente más intenso que una desenfrenada lujuria animal. pág. 50De Obsidian, me ha encantado cómo se relacionan los protagonistas, además de descubrir poco a poco quiénes son en realidad esos vecinos tan peculiares. Hay una escena en particular que es para quemar los fusibles. En cuanto a Onyx, es... impresionante. No puedo desvelar "los motivos" (no vaya a ser que me abduzcan de nuevo, mmm, aunque pensándolo bien...) pero sí puedo deciros que si las segundas partes se tienen por regulares, esta espectacular continuación desmiente el mito. No sólo cuenta con un desarrollo de la trama y la evolución de los personajes a niveles increíbles, sino que hay momentos sublimes de pasión y dolor. Y frases para enmarcar.
OBSIDIANONYXJennifer L. ArmentroutNeo PlataformaTapa flexible con solapas442 y 418 págs.Romance paranormal2012 y 2013Relación calidad/precio:18 pellizcos cada uno¡Lo valen!Web de JenniferBlog de Jennifer
Ay, mis arrebatadores, si queréis ser abducidos por una historia excitante y absorbente, tenéis que leer la saga Lux.persiguiendo naves en el cielo.