Aquí sigo con el tema del año, la elección de colegio (que cansa que soy eh) pensando en lo que todo el mundo dice, “al final lo que importa es el profesor”. Y tienen razón. Puedes encontrar un maestro profesional, majo, experto en psicopedagogía, en inglés, divertido… Pero eso nunca lo sabes al matricular a un niño.
En toda España durante el mes de abril comenzarán los plazos de solicitud de centro escolar. Como mínimo nuestros hijos pasarán allí 9 años, y dependiendo del centro, 13. Ojo, que son muchos años, muchas horas ahí invertidas.
A la hora de elegir el colegio ya os conté en que teníais que fijaros y sobre eso valorar lo que os interese.
Sofá, manta, @conguitosoficial y uj buen libro #cesarbona #educación #lanuevaeducacion Lo empecé ayer y engancha
A photo posted by Lydia (@lyromano) on Mar 4, 2016 at 6:49am PST
Pero claro, depende del profesor, dicen. Y pueden pasar dos cosas, elegir un centro sencillo, y que casualmente te toque un César Bona de maestro (cuyo libro da gusto leer), o un centro espectacular en instalaciones y servicios, pero un maestro sin ganas de renovarse, de aprender, y con una metodología anticuada. Y hoy en día los maestros son los mismos durante varios cursos (en mi época cada curso cambiabas de tutor), y como te toque uno estupendo o uno malillo, son muchos días y semanas “sufriendo”.
Mi intención no es criticar a los maestros, que ¡soy maestra! (aunque no ejerzo) Y tengo amig@s maestr@s y conozco el lado de los maestros, pero desde que tocaba escolarizar a mi hija, miro todo con otros ojos, cuestionando hasta el color de las paredes del centro.
Me gusta que últimamente hay mucho movimiento de los padres para pedir que no haya deberes, veo que los padres tenemos ganas de participar, y espero que valorando a los maestros, una profesión que durante unos años ha estado “de capa caída”, y que ha sufrido muchos ataques verbales y por desgracia físicos también.
“Los profesores son unos vagos”
“Los profesores están siempre de vacaciones”
“¿Qué hacen pidiendo más?
Habéis oído estas frases o no, una pena. Pues perdonad que os diga:
¿Vagos? Pasan con vuestros hijos (y otros veintitantos niños) 5 o 6 horas diarias. Preparando previamente lo que harán, y evaluando después, no sólo a los niños, también lo que ellos han hecho para saber si merece la pena repetirlo o mejorarlo.
¿Vacaciones? Y os quejáis de sus festivos?? ¡¡ Deberíamos luchar todos por tenerlos igual para que realmente podamos conciliar y no vivir la paternidad y maternidad desde la oficina!!
¿Pidiendo más? Sí, piden más apoyos en las aulas, más recursos, mejoras en el sistema educativo, porque a muchos no les gusta el sistema que hay. Todo porque nuestros hijos estén mejor atendidos, por una educación de calidad, personalizada…
¡Eh! Que no todos serán majos, ¡seguro! Durante mi escolarización, hasta finalizar la carrera encontré maestros y profesores de todo. Los vagos existen, pero he decir que son minoría, pero cuando te tocan, pueden fastidiarte, los “cabrones” existen, y aún son más minoría todavía.
Espero encontrarme con buenos maestros para mis hijos durante todos los años que nos quedan por delante…
¿Qué opináis? ¿Al final lo que cuenta es el profesor o no?
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