La representación de Dios en los sueños nos invita a reflexionar sobre nuestro accionar
Para muchas religiones, los sacerdotes y los creyentes tienen la convicción que de acuerdo a nuestra manera de actuar en la Tierra, cuando morimos vamos al cielo o al infierno.Rezarle a Dios en los sueños simboliza nuestra gran fortaleza interior
Soñar con Dios simboliza la bondad, la espiritualidad y la paz interior, aunque también la interpretación del sueño puede asociarse con reproches que nos hacemos diariamente por no ser libres de la sociedad y seguir nuestros verdaderos sueños. A continuación detallaremos algunos posibles casos de soñar con Dios.Soñar que vemos a Dios
sugiere que nos hemos alejado de Él por razones personales, pero nuestro subconsciente desea recuperar la fe. Todos pasamos por malos momentos, por momentos difíciles de superar, por lo que solemos refugiarnos en la religión. Sin embargo cuando nuestras plegarias parecen no ser escuchadas, nos sentirnos dolidos, incomprendidos y percibimos que la vida es injusta, preguntándonos constantemente "¿por qué a mi?". La muerte o las enfermedades, suelen ser la causa más frecuente por la que rezamos, pero muchas veces los milagros no suceden, sintiéndonos impotentes y descreidos. Hay gente que considera que tiene un destino fijo e inmutable, mientras que otra piensa que puede cambiarlo. Nadie puede decir a ciencia cierta quién está en lo correcto, lo importante es ser fiel a nuestras convicciones y tener presente que las cosas suceden por algo.Soñar que hablamos con Dios o rezamos
representa nuestra fortaleza de espíritu. No somos personas frágiles como muchos creen. Recordemos que "la fe mueve montañas". Estamos conformes con quienes somos y aceptamos nuestros defectos. Estamos en consolidación con el mundo y somos conscientes que la perfección no existe. Sigamos siendo fieles a nuestras convicciones, ya que nuestras ideas nos conducirán siempre por el buen camino. Sin embargo, debemos ser conscientes de nuestros actos, porque este sueño también puede significar que nos arrepentimos de algo que hemos hecho, pero no sabemos cómo subsanarlo.Soñar que ayudamos al Señor
insinúa que, si bien estamos atravesando momentos complicados con los negocios o con las relaciones sociales, éstos podrán solucionarse en un abrir y cerrar de ojos. Nunca debemos perder la confianza en nosotros mismos, pues ella será el motor que nos permita seguir siempre adelante, superando cualquier adversidad.Ser un Dios todopoderoso en los sueños
se asocia con la arrogancia y falta de compasión hacia los demás. No hay que confundir la alta autoestima con el sentimiento de superioridad. Ante la mirada del Señor todos somos iguales, independientemente de nuestros bienes materiales. Hay que aprender a ser humildes para ganar más amigos que enemigos y evitar rupturas amorosas causadas por nuestra vanidad. También puede vincularse con nuestra necesidad de sobresalir en alguna actividad y ser reconocidos públicamente por nuestros talentos innatos.Soñar con una Diosa hindú
indica que debemos pensar las cosas dos veces antes de actuar. Estamos frente a una situación nueva, por lo que no sabemos qué camino escoger. La confusión que esto nos genera y el miedo a cometer errores, nos lleva usualmente a tomar decisiones precipitadas. Confiemos en nuestras habilidades y de ser necesario, contemos con el apoyo de nuestros seres queridos.
En definitiva, soñar con Dios, al igual que soñar con Satanás, suele hacre alusión a la necesidad de conectarnos más con nosotros mismos y no alejarnos de nuestras creencias por factores superfluos.
Soñar que Dios está furioso nos señala que no estamos obrando bien y somos conscientes de ello
Soñar con Dios significa que estamos intentando consolidarnos con nuestro ser y aceptar nuestros errores para vivir en consolidación y en constante equilibrio emocional.