Con sólo tres victorias en su haber, los Dallas Cowboys tienen por delante el final de la temporada con Matt Cassel como su QB titular, por lo que es momento de ponernos a pensar ¿Qué sigue ahora para los Cowboys?
A pesar de que la matemática dice que todavía es posible que el equipo se meta a postemporada, es sumamente remoto pensar que aun hay posibilidades reales, sobre todo con un equipo que simplemente no puede ganar con nadie que no se llame Tony Romo bajo el centro y con playmakers que no destacan en momentos importantes. Es por eso que de ahora en adelante el equipo debe centrar su atención en los siguientes cinco puntos para que las ruedas de este carro no terminen de salirse de forma por demás aparatosa.
1. Mantenerse enfocados.
Esta es una labor que le corresponde prácticamente en su totalidad al Head Coach Jason Garrett. En los cinco partidos que tienen todavía por disputar deben mantenerse con una actitud competitiva, sin embargo en caso de que las derrotas continúen apilándose, esta labor será cada vez será más complicada. Lo que sabemos de sobra es que perder el foco puede implicar que los jugadores comiencen a caer en indisciplinas dentro y fuera del campo, lo que llevaría de inmediato a cuestionar la continuidad del Head Coach en su cargo.
2. Explotar al máximo a los agentes libres recién llegados.
Me refiero a jugadores como Greg Hardy, Robert Turbin y Matt Casel, quienes llegaron ya comenzada la temporada o tarde en el offseason y al terminar el año se convertirán de nuevo en agentes libres.
Lo importante es ver quiénes de ellos permanecerán en el equipo más allá de esta temporada y eso sólo se puede averiguar con repeticiones en el campo en situaciones reales de juego.
3. Atender el tema Greg Hardy.
En el punto anterior mencioné la necesidad de darle repeticiones para evaluar su permanencia, pero creo que vale la pena profundizar un poco en su caso específico, la pregunta clave es ¿El talento y producción justifican las pesadillas de PR?
Hasta el momento no ha tenido el impacto en el campo que el equipo hubiera querido, ya que en siete partidos que ha participado ha conseguido sólo 4.5 sacks y una intercepción, mientras que las llamadas de atención y las charlas que Jason Garrett ha tenido que tener con él por algún comentario o acción fuera de lugar ya llegan a cinco.
4. Nunca es muy temprano para pensar en Draft y Agencia Libre
Ya estamos en el mes de diciembre y eso significa que la parte más atractiva para los scouts colegiales ya llegó. Actualmente el equipo es muy honesto en las necesidades que tiene, los huecos en el roster son claros y fáciles de identificar. Si sumamos la cantidad de victorias que hay hasta ahora, el resultado sería una posición muy alta en el próximo Draft y por ende un jugador de alto impacto. Hay que voltear a ver los tazones colegiales y comenzar a armar big boards.
Por otro lado, es momento de comenzar a hacer números para determinar la permanencia de los jugadores que se convierten en agentes libres al final de la temporada haciendo lo mismo con los de otros equipos que tuvieran algo interesante qué ofrecer.
La lista de los Cowboys actualmente incluye, entre otros, nombres que seguramente implicarán debate como son: Rolando McClain, Jeremy Mincey, Morris Claiborne, Ron Leary, Lance Dunbar, Jack Crawford y Matt Cassel.
Por el momento la audición de estos y el resto de los jugadores cuyo contrato expira al final del año es precisamente durante los últimos cinco encuentros de esta temporada en los que podrán enamorar ya sea a los Cowboys o a algún otro equipo.
Sin embargo, durante el offseason, un punto de gran importancia será…
5. Pensar en el futuro de la posición de QB.
Esto no necesariamente quiere decir que hay que encontrar al sustituto inmediato de Tony Romo para que sea titular tan pronto como el próximo año, pero sí es importante, de entrada, asegurarse de que habrá un backup sólido con la capacidad de ganar partidos. En este rubro se ha mencionado la posibilidad de que Cassel permanezca en el equipo o de hacer de Kellen Moore el número 2 en el depth chart.
Desafortunadamente, este año no hay un talento de élite disponible en la posición el Draft para ser seleccionado y convertirse en el heredero del puesto. El apostar a que después de la segunda ronda se encontrará al siguiente QB franquicia es como esperar ganarse la lotería, es posible pero las probabilidades son bajas. Cada tanto alguien se lleva el premio mayor (Tom Bray y Russel Willson, por mencionar algunos), sin embargo estar confiados en eso no es inteligente.
Otra posibilidad es seleccionar un QB cada año hasta encontrar uno que puedan desarrollar, eventualmente alguno de ellos adquirirá valor en el mercado para realizar intercambios o se convertirá en el siguiente titular. Esta opción parece remota si juzgamos lo que el equipo ha hecho de manera histórica.
Por último, no puedo dejar de mencionar la posibilidad del intercambio, sobre todo enfocada en dos sentidos: El primero que indica que ante el desencanto de los malos resultados, los Lions se quisieran deshacer de Matthew Stafford y los Cowboys irían por él entregándole así las riendas de la ofensiva a un jugador probado y conocido para el Coordinador Ofensivo Scott Linehan. Este es un enfoque más parecido a lo que la administración de Jerry Jones ha hecho en su historia
El segundo enfoque es que, igualmente alimentados por el desencanto, pero en este caso de su personalidad fuera del campo, los Browns quisieran deshacerse de Johnny Manziel. Jones ya se aguantó las ganas una vez de poner una estrella en su casco, ¿podrá hacerlo de nuevo?