Existen muchas leyendas y teorías sobre las agujetas pero... ¿Sabes realmente qué son?
Las agujetas, conocidas técnicamente como “mialgia diferida” aparecen tras una actividad física intensa o un esfuerzo al que no estamos acostumbrados.
Sobre el origen de las agujetas podemos encontrar una gran cantidad de “leyendas urbanas” que, hoy en día y gracias a los avances de los que disponemos, han sido desechadas.
La leyenda más común sostiene que la actividad deportiva genera cristales de lactato que actúan como agujas clavándose en los músculos. Esta teoría está totalmente desechada ya que el lactao es una fuente de energía, un sustrato energético utilizado en esfuerzo de intensidad elevada, es decir, en trabajados de potencia anaeróbica láctica.Esto es producido durante el CICLO DE CORI, el cual es un ciclo de esfuerzos anaerobios, donde el principal sustrato producido es el lactato.Lo que sucede es que el sujeto, debido que aumenta los niveles de intensidad en sus entrenamientos, o bien comienza la actividad o simplemente realiza ejercicios completamente “nuevos”, las fibras musculares responden antes esos estímulos no pudiendo limpiar el suficiente lactato, lo que produce las “dichosas” agujetas.
La teoría más aceptada en la actualidad sobre el origen de las agujetas es la de las “microrroturas fibrilares” o rotura de fibras. Esta teoría defiende que las agujetas se producen por una pequeña rotura de las fibras que producen inflamación debido a que el músculo no está acostumbrado a la realización de ese ejercicio.
A esta teoría se le une la del aumento de temperatura en el músculo durante el ejercicio físico, que acabaría produciendo un proceso de muerte celular asociado a la inflamación y desorganización estructural de los músculos.
En conclusión, la aparición de las agujetas es algo totalmente usual en el inicio de cualquier actividad o bien cuando se realizan nuevas actividades o entrenamientos más intensos de los que se está habituado.
Como hemos mencionado anteriormente, en relación a la manifestación de agujetas tras la ejecución de entrenamientos de alta intensidad en los que la presencia de oxígeno es mínima, en el caso de que el sujeto no esté habituado a entrenar de esta forma (en ausencia de O2), su organismo no tendrá la capacidad suficiente para limpiar el lactato en sangre.
Por lo tanto, la aparición de agujetas puede darse tanto en sujetos entrenados como no entrenados, ya que depende de la intensidad así como de la variación de los entrenamientos.
No obstante, debemos añadir que en sujetos entrenados las adaptaciones periféricas serán más rápidas, debido a su capacidad del uso de lactato como principal sustrato energético, así como que, debido a las fibras musculares de estos sujetos, se recuperan mucho antes.