Revista Opinión

¿Qué son las amenazas híbridas?

Publicado el 22 enero 2021 por Juan Juan Pérez Ventura @ElOrdenMundial

Las amenazas híbridas son fenómenos que combinan ataques convencionales y no convencionales para desestabilizar un país. Las amenazas convencionales son de carácter militar, mientras que las no convencionales incluyen ciberataques, terrorismo, campañas de desinformación o propaganda y presión política o económica. Todo ello va encaminado a dañar los pilares del Estado rival, atentando contra la confianza en sus instituciones, la estabilidad económica y la cohesión social. Los ataques híbridos pueden ser obra de Gobiernos, pero también de actores no estatales, como empresas, grupos de presión, organizaciones terroristas o movimientos populares.

Algunos ejemplos de ataques híbridos son los de grupos terroristas como Dáesh o Al Qaeda, que combinan sus atentados con campañas para difundir el terror y radicalizar a nuevos reclutas. Algunas acciones de Rusia también se han considerado amenazas híbridas, como el espionaje e injerencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, entre otras, o desplegar soldados sin identificación en la península ucraniana de Crimea en 2014. Estados Unidos, China, Israel, Irán o Corea del Norte también han lanzado operaciones híbridas contra sus adversarios en forma de ciberataques y ciberespionaje.

Las amenazas híbridas son complejas, multidimensionales y no siempre violentas, aunque sí muy disruptivas. El desarrollo tecnológico, la competencia geopolítica o la polarización social han favorecido su aparición. Los conflictos armados, el terrorismo, los ciberataques, el espionaje o la presión económica ahora se combinan para formar amenazas híbridas de mayor alcance, coordinadas y sincronizadas gracias a la tecnología. Esto ha permitido, por ejemplo, que los actores no estatales aprovechen el ciberespacio para atacar desde cualquier parte del mundo.

¿Qué son las amenazas híbridas?
Los objetivos generales de la Estrategia de Seguridad Nacional española muestran los ámbitos de seguridad vulnerables frente a amenazas híbridas. Fuente: Estrategia de Seguridad Nacional de 2017.

Otra característica de las amenazas híbridas es la ambigüedad que suponen entre la guerra y la paz a los ojos del derecho internacional. Dos términos erróneamente utilizados como sinónimos son los de “conflicto híbrido” y “guerra híbrida”. Para el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo, en un conflicto híbrido se usan tácticas convencionales y no convencionales. Dos ejemplos son la anexión rusa de Crimea o el uso que China hizo de barcos pesqueros, respaldados por buques de guerra, para reclamar el mar de la China Meridional. También los ataques del partido-guerrilla libanés Hezbolá contra Israel en 2006, que incluyeron guerra de guerrillas y desinformación a través de internet. Para que un conflicto pueda considerarse una guerra híbrida dos o más países deben haberse declarado formalmente la guerra y estar usando medios de ataque no convencionales.

Las amenazas híbridas son una fuente de inseguridad internacional; prevenirlas es complicado por su rapidez, intensidad y la escala que pueden alcanzar. Por ello la Unión Europea o la OTAN las contemplan entre sus principales líneas de actuación sobre seguridad. La Comisión Europea identificó su carácter coercitivo y subversivo en su Comunicación conjunta sobre la lucha contra las amenazas híbridas de 2016, y la OTAN se ha reinventado para abordar las nuevas amenazas producto de los cambios en el sistema internacional. Ambas organizaciones han recalcado su compromiso de cooperar y mejorar su capacidad para prevenir y responder a este fenómeno.

¿Qué son las amenazas híbridas? fue publicado en El Orden Mundial - EOM.


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