Los antojos pueden ser cualquier tipo de comida, o incluso de bebida, ya puede ser un helado o un sandwich de pavo con tomate y queso o un poco de chocolate con almendras o incluso un plato de caracoles. Generalmente no se sabe cuándo va a tener la mujer el antojo ni de qué lo va a tener, surge de improvisto y es algo que necesita la madre, una necesidad que busca satisfacer. 
Hay una creencia popular de que si no se le da un antojo a una mujer en el embarazo el niño sale con cara o con alguna peculiaridad del alimento que no se le ha dado a su madre. A día de hoy muchas personas siguen pensándolo, aunque no existe ninguna evidencia científica que lo demuestre. Muchos padres dicen “más vale prevenir”.
La pregunta qué es lo que provoca los antojos es difícil de responder, ya que surgen de repente. Existen muchas opiniones al respecto, desde los que consideran que se debe a cambios hormonales (estudios lo avalan), al déficit de algún nutriente en la alimentación de la madre, alguna actividad cerebral, cambios físicos en la madre u otros.
Los antojos calman una necesidad y un ansia de la madre, y generalmente son proporcionados por la pareja que va a por ellos, en ocasiones difíciles de obtener o en horas extrañas. Aún así, es necesario no pasarse con los antojos ya que podría ser contraproducente.
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