¿Qué son los sueños?

Hoy por hoy no hay un consenso acerca de esta pregunta. El tema se puede tratar desde muchas escuelas u orientaciones. La neurología, la psicoterapia, los adivinos… muchas de las personas que se dedican a ayudar a otras ven en los sueños una herramienta. Como no existe concierto en su definición esta varía según en función de la persona y la disciplina que oficie: la ciencia se encarga de crear experimentos para demostrar la utilidad de los sueños, los adivinos lo utilizan para predecir, los terapeutas para reconducir a su paciente y así deriva la interpretación de los sueños.

¿Entonces, qué son los sueños? Vamos a definirlos de forma clara y sencilla para después poder profundizar en su comprensión. El diccionario de la RAE dice así: “Acto de representarse en la fantasía de alguien, mientras duerme, sucesos o imágenes.” Esta definición de “sueño” atiende a fantasía onírica o  algo no real que se representa en forma de historia. Cuando se habla de fantasía se hace referencia a un estado diferente de la realidad o vigilia. La vigilia, a diferencia de los sueños, se caracteriza por el rendimiento que tenemos del control de las situaciones; en ella nos damos cuenta que podemos tomar decisiones. Pero en el sueño puede ocurrir lo mismo que cuando estamos despiertos, salvo que no somos tan conscientes de que estamos soñando. La calidad en la atención por lo general es menor. Como consecuencia son dos estados bien diferenciados, sueño y vigilia. No es la misma percepción y advertimos lo que sucede en cada parte de distinta manera. En los sueños puede ocurrir algo inimaginable (por ejemplo: volar). Lo que está claro es que las leyes de la materia y la gravedad son distintas en un lado y en otro.

De este modo, se podría decir que tanto en la vida cotidiana como en los sueños somos parte de un escenario interpretado por nosotros mismos. Sin embargo, en los sueños nuestro nivel de atención es menor y las acciones que ocurren en ellos se ejecutan sin intencionalidad. El fenómeno del sueño crea una historia, muchas veces extraña, pero sin manipular la intención del mismo. La dificultad está en la interpretación. Es así que las interpretaciones varían dependiendo del observador, entonces nadie mejor que uno mismo para interpretar el sueño.