27 diciembre 2013 por evasinmás
No me voy a poner pesada con eso de los propósitos de 2014. Yo lo tenía muy claro. No me imagino ningún objetivo mejor, para un año que empieza, que salvarle la vida a alguien. Me da igual si es un bebé, un adulto o una persona ya entrada en años. Si es alto, flaco, gordo, feo o guapo. Es igual. Pienso en su sufrimiento y en el de los que quieren con locura a esa persona. Vas a un centro de salud, preguntas, te dicen dónde tienes que ir y te sacan un poco de sangre para saber si eres compatible. Así empieza el proceso para donar médula a alguien que no conoces. Puede que tengas la gran suerte de que te llamen y te den la noticia: sí, tú eres el elegido, tú puedes salvar la vida a un desconocido, sin retribución económica, sólo por el placer de ayudar a alguien, que está en una situación desesperada. Entonces te hacen más pruebas, tan sencillas como una radiografía, para ver si estás bien, porque no se trata, en ningún caso, de que corras riesgo, y te explican si es mejor ponerte anestesia general o epidural. Y ya está. Lo que empezó por un análisis de sangre, puede concluir en una alegría tan inmensa, tan incontable, como que un ser humano pueda seguir viviendo. Yo no puedo hacerlo, no estoy entre quienes tienen la inmensa suerte de donar sangre o médula ósea, por motivos que no vienen al caso. Pero ustedes puede que sí y quizás ni siquiera lo saben. Toda la información la encontrarán aquí, en esta guía de la Fundación Carreras. También hallarán muchísimas información en la página de Mateo, ese niño que en 2013 se ha metido en los corazones de muchos, famosos y desconocidos, y que protagoniza mi deseo para 2014, que él, este bebé tan mediático consiga, por fin, a su ángel. Él y tantos que, gracias a su campaña y al aumento de donaciones que ha supuesto, han encontrado ya o hallarán en un futuro muy cercano, esa persona que les regalará la vida. Les dejo con su sonrisa y con estas palabras que encontrarán en su página web:
Mi hermano Lucas, que tiene dos años y es muy valiente, quiso ser mi donante, pero las pruebas dijeron que sus células eran diferentes a las mías. Mi madre dice que es porque los dos somos superespeciales y por eso necesito encontrar a alguien que sea tan especial como yo para que me ayude.
@medulaparamateo
Y si pueden ustedes donar… ¡qué suerte tienen!

