La relación que tenemos con la comida va mucho más allá que una cuestión de ganar o perder peso; aunque pueda sonar exagerado, una mala relación puede condicionar muchos aspectos de nuestra vida.
¿Sabes qué tal "te llevas" con la comida? Haz este sencillo test para averiguarlo y, si es necesario, empezar a ponerle solución
La Dra.Sondra Kronberg, especialista en trastornos alimenticios ha elaborado este sencillo test para que, contestando sinceramente a sus preguntas, nos hagamos una idea sobre si la comida y cada uno de nosotros somos "buenos amigos"o nos hemos convertido por diferentes circunstancias que nos rodean en enemigos irreconciliables. Nos invita también tras realizarlo a determinar si necesitamos hacer algún cambio en nuestras vidas para disfrutar como deberíamos de algo que, sí o sí, debemos hacer cada día para sobrevivir: comer.
¡Comenzamos!
1. Si tu plato está demasiado lleno, normalmente lo que haces es...
a) Dejar de comer cuando te encuentras satisfecho, aunque aún quede comida en el plato
b) Dejar de comer cuando te encuentras tan lleno que no puedes más
c) Seguir comiendo aunque te sientas completamente lleno
2. Sales a cenar con los amigos y te apetece muchísimo un pedazo de tarta de postre. Tú...
a) Te tomas la tarta. Está bien premiarse a uno mismo de vez en cuando.
b) Sólo pides la tarta si alguien la comparte contigo o si todos los demás van a pedir postre
c) No pides la tarta, pero te quedas pensando en ella toda la noche
3. Tu mejor amigo/a te habla de la última dieta milagro que promete perder peso rápidamente y tú piensas...
a) No necesito una dieta milagro. Me siento bien comiendo las cosas que me gustan
b) Ya he probado dietas de esas en el pasado y no me han funcionado. Mejor voy a intentar comer más alimentos saludables
c) ¡Tengo que probarla!
4. En un día normal y corriente piensas en la comida...
a) Cuando tienes hambre
b) Cuando tienes hambre o te sientes estresado
c) A todas horas
5. Has oído hablar de un nuevo "super alimento" que se supone que es fantástico para tí por sus propiedades saludables. Lo pruebas pero no te gusta y entonces...
a) Le das una nueva oportunidad pero no te fuerzas a comerlo si sigue sin gustarte
b) No lo vuelves a probar
c) Lo comes al menos una vez por semana y lo odias en cada una de esas ocasiones.
6. Todos tus amigos están usando aplicaciones para el móvil que cuentan las calorías ingeridas. Te dicen que deberías probarlas, a lo que contestas...
a) No, gracias. Mi cuerpo es mejor que cualquier aplicación a la hora de saber si ya he comido suficiente.
b) Quizás lo use. Nunca sé bien si estoy lleno y un contador de calorías podría ayudarme a saber cuándo parar.
c) ¡Lo quiero! No puedo confiar en mí mismo para comer sólo lo que mi cuerpo necesita
7. Tienes un día muy liado y no has tenido tiempo de traer el desayuno al trabajo. La única opción es tomar algo de bollería de la máquina de la oficina. Decides...
a) Tomarte un bollo. Mejor eso que saltarte el desayuno.
b) Tomar sólo medio bollo, aunque te quedes con hambre
c) Saltarte el desayuno. ¡De ninguna forma vas a comerte un bollo!
¿ves qué sencillo era?Y ahora, el diagnóstico que nos da la experta:
Si la mayoría de tus respuestas son a): la comida y tú sois buenos colegas
Aunque nadie tiene una relación perfecta con la comida porque reconoce que a veces eres demasiado indulgente contigo mismo, comes mayoritariamente alimentos saludables, eres capaz de escuchar a tu cuerpo y entender sus necesidades, y no te sientes culpable cuando llega el momento de disfrutar de un premio. Así que ¡felicidades!: tienes una relación saludable con la comida.Las personas de este grupo practican lo que Kronberg llama "alimentación relajada". Esto significa que no se vuelven locos si algún día tienen que desayunar una barrita de chocolate con almendras si es la única posibilidad que tienen. También supone que no están obsesionados ni con la comida ni con su peso, lo cual no quiere decir que les preocupe mantener un peso saludable y para ello intenten comer sano y hacer ejercicio.
Si la mayoría de tus respuestas son b): la comida y tú tenéis una relación amor-odio
La mayoría de las personas se encuadran en este grupo intermedio: la comida no es el centro de su vida pero definitivamente toman demasiadas decisiones basadas tanto en lo que pensarán otras personas de lo que estás comiendo así como en si el comer o no comer determinadas cosas les hará ganar o perder pesoLa comida no está siempre en la mente de estas personas ni afecta a su calidad de vida, pero mentirían si afirman que no se sienten culpables cuando comen demasiado o algo que consideran poco saludable como un dulce.
Si la mayoría de tus respuestas son c): la comida y tú sois enemigos mortales
Los integrantes de este grupo piensan en la comida casi TODO el tiempo. Y esos pensamientos, que incluyen qué o cuándo será la próxima comida, si lo que coman les hará ganar peso o no y lo mal que se sienten si comen demasiado o lo que no deben, llegan a interrumpir su vida diaria, impiden que disfruten de la comida, de almuerzos con amigos o de cualquier reunión social que incluya comer y a la larga afectan a su salud.En este grupo se incluyen según la especialista, aquellos con más probabilidades de caer en desórdenes de la alimentación como la anorexia y la bulimia y lo ideal sería que fueran capaces de pedir ayuda antes de llegar a esta situación.
Como reflexión final, digamos que un test de 7 preguntas, aunque esté diseñado por una experta, no es definitivo como para preocuparnos si nos hemos encontrado situados en el tercer grupo, pero sí para observarnos un poquito más y ver hasta qué punto puede nuestra lucha diaria con los alimentos empeorar nuestra calidad de vida y, si lo necesitamos, pedir ayuda a un especialista en alimentación y empezar a disfrutar de la comida... ¡y de la vida!Leer el artículo completo