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Un sitio recopiló más de 3.300 reportes que refieren a la calidad del cielo en el país
Encandilamiento, desperdicio de energía, iluminación del cielo, invasión de luz en propiedad privada y alteraciones en plantas y animales. Cuando la luz artificial no se utiliza de manera adecuada se genera contaminación lumínica. Los astrónomos uruguayos son los más preocupados por el tema y buscan medirla para combatirla.
La experiencia más exitosa en Uruguay se dio en Durazno. Un equipo de investigadores y estudiantes del liceo departamental indagaron en 2015 la calidad del cielo. Tras un relevamiento en nueve espacios públicos, llegaron a la conclusión que estaban con niveles de iluminación por encima de los valores normales. Esto se debía a exceso de focos o a luces muy potentes que alumbraban edificios patrimoniales, comentó a Cromo Carlos Fariello, el docente que estuvo a cargo de este proyecto.
Este trabajo tuvo repercusión política. Llegó a oídos de los ediles de la Junta Departamental, que convocaron a los adolescentes para conocer qué habían investigado. “A partir de ahí se cambió el plan de iluminación. (En ese momento los focos eran) luz de sodio, de mercurio, por lo que no había LED”, agregó. Fue el momento de cambiarlos y la iluminación cambió.
El año pasado, Fariello trabajó en otro proyecto. Utilizó un dispositivo, llamado fotómetro, que permite medir la calidad de iluminación del cielo de manera estadística. “Hace una medición promedial de cuánto brillo existe”, contó.
El trabajo volvió a cuestionar los focos en la vía pública. “La presencia de luz proveniente de focos de potencia por encima de la necesaria para iluminar el ambiente incide negativamente sobre la luminosidad del cielo”, señala el informe. El estudio fue presentado en la Sociedad Uruguaya de Astronomía.
Los reportes que hay en Uruguay
Uno de los proyectos que aún continúan en la medición de la calidad del brillo del cielo uruguayo es Globe at Night (El mundo de noche). Se trata de una campaña internacional que busca generar conciencia sobre el impacto de la contaminación lumínica en la vida ecológica y ciudadana.
Mediante una app o un sitio web, el que esté apreciando la calidad del cielo nocturno. Allí debe contestar algunas preguntas. Las más básicas son cuándo realizó la medición y en dónde. Allí puede añadir un comentario sobre número de faroles que había en el sitio donde estaba reportando. La pregunta más importante es ¿qué tan oscuro estaba el cielo esa noche? El reportero debe elegir alguno de los siete mapas disponibles que muestran distinta cantidad de estrellas. Es fundamental, además, especificar cuáles eran las condiciones del cielo esa noche. A esa pregunta se le puede sumar datos que se obtengan con un medidor de la calidad del cielo. Se trata de un dispositivo como el que utilizó Feriello en el proyecto que impulsó el año pasado.
En lo que va del año se han reportado 9.657 registros de la calidad del cielo nocturno en todo el mundo. Cualquiera puede poner a su barrio o plaza en el mapa con su propio registro.
Los usuarios uruguayos llevan más de 3.300 reportes sobre la calidad del cielo desde que participa de esta iniciativa en 2007. En lo que va de 2019 se realizaron 355. La web no informa de manera estadística y exacta qué tanta contaminación lumínica hay en Uruguay.
De todas formas, los mapas interactivos muestran un mayor nivel de contaminación lumínica en capitales departamentales y menos en pueblos del interior. “La preocupación es replegar las malas prácticas en iluminación de acá al futuro”, señala Daniel Gastelú, profesor de Astronomía, que ha trabajado en varios de estos reportes en Uruguay.
“Si levantamos la mirada en 18 de Julio y Ejido veremos que no es lo mismo que si levantamos la mirada en Villa Serrana, en Laguna Garzón o en lugares del campo profundo de Uruguay. Nuestro país tiene todavía un paisaje astronómico virgen para proteger”, agregó .
En algunos casos hacen una descripción de los problemas de iluminación que detectaron: “Las luminarias de la Médica Uruguaya, sumado a la luminaria vial de Avenida Italia y 8 de Octubre, dan como resultado una contaminación lumínica bastante importante”, señaló un usuario.
“Cerca del Montevideo Shopping, con una gran cantidad de construcciones altas alrededor, hay aproximadamente 10 postes de luz y varias focos de luz en la entrada de casas cercanas”, escribió otro.
Un poco de historia y la falta de regulación
En julio de 1996, el profesor Gonzalo Vicino le envió una carta al intendente de Montevideo de la época, Mariano Arana, en el que le manifestaba su preocupación por el “caótico conjunto de sistemas lumínicos”. Esto fue atendido por la comuna que empezó a tomar en cuenta estas sugerencias y empezaron a aplicar con mayor raciocinio.
Ya hace 20 años la Facultad de Ciencias advertía de este problema. El departamento de Astronomía del Instituto de Física hace una serie de recomendaciones entre las que se incluye promover campañas de educación en el tema que incluya a UTE y a la ANEP.
Los expertos aseguran que falta mayor regulación. “No hay una normativa en el país que diga cuáles son los patrones en los que debe basarse para controlar”, indicó Feriello.
“Hay normativas muy locales. Pero hoy si querés poner un foco espantoso en tu casa, podés hacerlo. Eso, en algún momento va a haber que legislarlo”, comentó Tabaré Gallardo, otro docente que ha estudiado el tema.
¿Qué afecta?
La luz artificial mal utilizada genera varias consecuencias. El encandilamiento puede perjudicar a peatones, ciclistas y conductores “creando riesgos más que ayudando a la prevención y seguridad en el tránsito en general”, señala un informe de la Facultad de Ciencias. “Si te encandila, el iris se cierra y entra menos luz al ojo y ves menos”, indica la investigación.
El desperdicio de energía que genera es por los altos costos de mantenimiento. Además, señalan que una excesiva iluminación en un predio supone que las instalaciones vecinas tiendan a imitarlo lo que genera “un efecto multiplicativo” en el consumo de energía.
Lo que más cuestionan los astrónomos es la imposibilidad de contemplar las estrellas. Muchos de ellos son estimulados a observar, aprender y acceder a distintos campos de la ciencia gracias a esta experiencia.
Uno de los motivos que generan un mayor interés en la iluminación es la inseguridad, una de las principales preocupaciones de los uruguayos. No obstante, los combatientes de la contaminación lumínica hablan de que muchas veces la iluminación puede invadir propiedades privadas y fastidiar el sueño de vecinos.
Hay un impacto en plantas y animales. “Algunos pájaros pueden desaparecer; mamíferos, reptiles y anfibios son alterados en sus hábitos. La fisiología de las plantas, la fotosíntesis y el crecimiento son alterados por la luz nocturna produciendo envejecimiento prematuro de algunas especies”, señala el informe.
Foto: Diego Battiste / Fuente: Cromo, El Observador
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