¿QUÉ TE GUSTARÍA HACER?
Quizás haya alguna cosa que te gustaría hacer.
Algo que te haga mucha ilusión y quizás hasta sientas vocación y en cambio no estás haciendo.
Es muy importante tener claro lo que se desea realmente en esta vida.
A veces tenemos sueños que se esfuman porque los consideramos irrealizables.
Y ni tan sólo nos paramos a pensar cómo hacerlos realidad.
¿Tú sabes qué es lo que más te gustaría hacer? Te recomiendo que hagas una lista de todo lo que te gustaría hacer y no haces.
Y a continuación, cuestiónate: ¿por qué no lo hago?, ¿qué me impide hacerlo? ¿Cómo lo podría hacer?
Observarás que para que cada respuesta encuentras una solución. Se trata de avanzar hacia delante.
Piensa que, como ya te he dicho anteriormente, hoy es el primer día del resto de tu vida ya que el tiempo no vuelve.
Uno de los secretos de la felicidad no está en hacer lo que nos gustaría, sino en que nos guste lo que hacemos.
Piénsalo y aprovecha intensamente cada día, cada minuto.
Vive en profundidad porque la vida pasa y ya nada se repite.
Tu mochila…
¿Has hecho inventario de todo lo que llevas en tu mochila?
La vida ha sido generosa contigo, pues una buena parte de lo que hay en ella, te lo han regalado.
Seguro que también hay cosas que te han costado.
Y por algunas quizás has tenido que pagar un buen precio.
Pero a pesar de esto, el balance es positivo. Analiza lo que eres y lo que podrías ser. ¿Te satisface? ¿O bien te molesta lo que llevas dentro? ¿Tienes conocimiento de todo su contenido?
Todos llevamos en la mochila algo que nos disgusta, que nos pesa.
A cada uno de nosotros nos parece que nuestro propio peso es mayor que el de los otros. Pero sólo es una percepción.
¿Qué pesa más, un kilo de hierro o un kilo de paja?
A continuación te propongo un ejercicio de autoliberación:
Toma papel y lápiz y haz una carta a tus padres dándoles las gracias por todo lo que de ellos recibiste o perdonándoles el daño que te hicieron.
Detalle a detalle y recreándote en lo que recuerdas que más te gustaba o más te molestaba.
A continuación, léela dos o tres veces, y destrúyela.
SUSPIRA PROFUNDAMENTE Y SIÉNTETE EN PAZ CONTIGO MISMO.