Revista Opinión
A primeras horas de la madrugada de hoy, Lunes de Pentecostés, culmina la Romería a la aldea de El Rocío, en Almonte (Huelva), con el “salto de la reja”, el salto a la verja que protege el altar donde se halla la imagen de la Virgen del Rocío. Una multitud enfervorizada saca a hombros a la Virgen de la ermita y la pasea en procesión, entre empujones, por toda la aldea durante el resto de la noche y hasta cerca del mediodía, de visita a las Hermandades que tienen sede cofrade en esa localidad. Es una de las peregrinaciones más importantes del catolicismo en España, que se celebra cada año.
En Arabia Saudita acuden, al menos una vez en la vida, miles de musulmanes en peregrinación a La Meca, lugar sagrado del Islam, durante el duodécimo mes del calendario lunar islámico (entre agosto y septiembre). Allí, en vez de sacar a una virgen, los fieles se dedican a dar vueltas alrededor de la Kaaba, una construcción en forma de cubo, y besar la Piedra Negra que tiene incrustada en una de las esquinas, por ser una reliquia musulmana.
Durante la Pascua judía, se celebra en Israel una de las festividades más señaladas del Judaísmo, en la que se peregrina hasta el Muro de las Lamentaciones, en la parte árabe de Jerusalén, para orar y conmemorar la liberación de la esclavitud egipcia del pueblo judío y sentirse un pueblo libre, elegido por Dios. Centenares de sacerdotes judíos recitan una bendición que los fieles, situados detrás de ellos, repiten palabra a palabra. Miles de judíos acuden a recibir esta bendición.
¿Qué tienen en común estas creencias, aparte de ser religiones abrahámicas y monoteístas?