Revista Música

¿Qué tienen en común estas cuatro canciones modernas? o la música como analgésico mental

Publicado el 25 julio 2012 por Agustin @TecleaTeCrea

¿Qué tienen en común estas cuatro canciones modernas? o la música como analgésico mental

   Tenía unos 14 años. Salté al potro. Me di un golpe impresionante: luxación de tobillo izquierdo, 15 días de reposo en casa y un dolor difícil de soportar. Como no podía moverme me dediqué a ESCUCHAR música. Notaba que mientras escuchaba (escuchar es más que oir, es un oir activo, con atención, es poner más conciencia en el acto de escuchar, una especie de análisis, no usar la música como fondo sonoro) no sentía el dolor. Las regiones cerebrales que ponía en juego en los momentos de intensa atención en la música inhibirían la percepción del dolor supongo, podíamos decir que la música actuó como una especie de anestesia mental.
   Luego la música se puede escuchar con minúsculas y ESCUCHAR con mayúsculas. Y sus efectos son muy diferentes, desde un leve masajeo inconsciente que se queda en la superficie de la oreja :) hasta una profunda transformación mental, con implicaciones químicas incluídas. De hecho, muchos neurólogos especializados en música afirman que la música comparte circuitos de recompensa que nos pueden hacer adictos a ella. Bendita adicción (genera conocimiento, autoconocimiento, mejora de la inteligencia, bueno, no es el momento de recalcar aquí todos los benificios internacionalmente reconocidos de la práctica y la educación musicales).
   Supongo que a veces habreis visto una película y habreis tenido la sensación de que habíais visto mil películas similares anteriormente. Basta a veces con cambiar a Juliette, la protagonista, por Serafina y la ciudad de París por x otra y nos encontramos la misma historia contada de mil formas.... Y llega el inevitable momento en que uno le pide algo más al cine. Necesita uno ver cine "de calidad", cine con algo de chicha, pues el cine convencional comercial al final es "más de lo mismo" y todo se vuelve muy predecible, por tanto aburrido, no nos genera la más mínima "expectativa". 
   Pues cuando uno escucha música ESCUCHÁNDOLA, valga la insistencia, espera no encontrar la misma rueda de cuatro acordes, la misma secuencia, la misma repetición en todas ellas. El ropaje tímbrico es distinto en todas, el tempo también, la melodía cambia, pero EL ESQUELETO no. Y cuando la población tenga mayor nivel de educación musical seguramente pedirá ese "algo más" a la música. Supongo que es como pasar de llevarse toda la vida leyendo novelas rosa de Corin Tellado o novelitas baratas del oeste y descubrir a Camilo José Cela o a Juan Ramón Jiménez. Todo un shock mental!
Las cuatro canciones son:
Crepúsculo de Yiruma
Juan Magan: "Ella no sigue modas" (ay ay ay, ay ay ay, ven a bailar conmigo, tú no bailes sola...)
 Michel Teló: Eu si te pego

La canción de la Eurocopa que canta Bisbal (en el post anterior:)  http://elblogdelacreatividadalpiano.blogspot.com.es/2012/06/acordes-de-acompanamiento-para-la.html (PULSA AQUI)
Y tantas otras como en este famoso vídeo (con subtítulos en castellano)

Ah, los acordes son, en ese orden pero comenzando por alguno distinto según la obra  IV  I   V   VI (o fa M, do M, sol M, la m), por ejemplo en la canción de la Eurocopa comenzando por VI. Como decir "jamón jamón jamón " y "monja monja monja" :) El comienzo del famoso canon de Pachelbel truncado después del sexto grado. Tres acordes mayores y uno menor para dar un poco de variedad, un poco de claroscuro, que no sea todo perfecto sino que tenga ese puntito de melancolía que da la cadencia rota...

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