Que todo es importante en la medida que le des importancia

¡Ya estoy de vuelta en casa! Este verano ha sido emocionante, inspirador, diferente y un montón de adjetivos más que no voy a escribir ahora mismo porque no acabaría.

En dos meses he aprendido cosas que no creía poder aprender en tan poco tiempo. He conocido otro estilo de vida, otro tipo de personas, cosas que siempre van bien ya que eso te permite crecer. Pero creo que una de las mejores cosas que he aprendido ha sido a dar valor a las cosas que merecen ser dadas valor.

Vine aquí con el corazón un poco destrozado y sinceramente veía este viaje como una vía de escape a mi propio problema. La cosa es que quede sorprendida a darme cuenta de que no sabía lo mucho que me ayudaría este viaje, lo revelador que iba a ser.

He estado conviviendo con mi familia materna, familia que hacía años que no veía y a la que no le he dedicado tanto tiempo como merecen. Así que han sido unos meses para pasar más tiempo con ellos. He conocido historias de mi madre, de cuando era joven y me ha encantado me he visto reflejada en muchas de ellas y me encuentro a mí misma descubriendo que no soy muy igual a ella en muchos aspectos. Me gusto saber eso. Saber de ella.

Por otro lado el estar lejos de mi familia, de mi núcleo familiar, me ha servido para darme cuenta de lo mucho que los he echado de menos y de lo afortunada que soy por vivir donde vivo y tener la familia que tengo. Me di cuenta de lo mucho que me gusta estar en mi casa a pesar de los problemas y de las locuras, me encanta. Tengo suerte de tener a quienes tengo en mi vida.

He conocido a mucha gente divertida y me llevo muy buenos momentos. He hecho amistades que estoy segura serán de las buenas. También he podido reunirme con antiguos amigos y revivir antiguos recuerdos de la escuela y de cómo solía ser todo. Me hizo pensar en cómo cambia todo y las vueltas que da la vida. Ha sido genial.

He descubierto una yo que no sabía que estaba por ahí escondida y desde la distancia he podido ver las cosas con más perspectiva, con otro ángulo. Me di cuenta de que todo pasa y que todo es importante en la medida que le des importancia. Tu elijes que quieres ser y cómo quieres ser y que tengo que dar gracias por las personas que se cruzan en mi camino y me ayudan a ser mejor y a llegar a la meta que me proponga. Que los que están son los que deben estar y los que no, es porque así debe de ser.

Dicen que lo mejor de viajar son las experiencias que te regala, y sin duda alguna este viaje me ha dejado muchas. Es tiempo para pensar en mí y en los míos. Ser proactiva, no esperar que las cosas lleguen a mí, ir a buscarlas. Hacer que pasen las cosas.

Las vacaciones se acaban pero espero que al igual que a mí el verano os haya dejado momentos geniales y que os haya hecho ver las cosas de una mejor manera. Y que sepáis que vuelvo al blog mas fuerte que nunca!

Con mucho cariño,

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