Revista Religión
I
Entra y se asoma
no dice nada,
busca el silencio con la mirada
camina lento con paso firme
busca el silencio con la mirada
se queda quieto ante la Virgen.
No hace falta que me digas
ni que salga de tu boca
que tu me quieres, Pastora,
solo al verte ya se nota.
II
Lleva sombrero
y botas altas,
traje campero, camisa blanca,
sobre su pecho una medalla,
traje campero, camisa blanco,
sobre su pecho una medalla,
coge y la besa, no dice nada.
No hace falta que me digas
ni que salga de tu boca
que tu me quieres,Pastora,
solo al verte ya se nota.
III
Ante sus ojos
una Señora,
el fino rostro de su Pastora,
algo le dice, algo le cuenta
el fino rostro de su Pastora,
y sonriendo se da la vuelta.
No hace falta que me digas
ni que salga de tu boca
que tu me quieres, Pastora,
solo al verte ya se nota.
IV
Se va despacio
con paso firme
vuelve la cara hacía la Virgen
y entre piropos le va diciendo,
vuelve la cara hacía la Virgen,
que orgullo Madre, ser Pastoreño.
No hace falta que me digas
ni que salga de tu boca
que tu me quieres, Pastora,
solo al verte ya se nota.
Santiago Pérez Ríos