Un explorador blanco, ansioso por llegar cuanto antes a su destino en el corazón de África, ofreció una paga extra a sus porteadores para que anduviesen más de prisa. Durante varios días, los porteadores se afanaron por ir más deprisa. Una tarde, sin embargo, se sentaron todos en el suelo y dejaron la carga, negándose a continuar. Por más dinero que les ofreciese, los indígenas no se movían. Finalmente, cuando el explorador pidió una explicación para aquel comportamiento, obtuvo la siguiente respuesta:- Hemos andado demasiado de prisa, y ya no sabemos ni dónde estamos ni qué estamos haciendo.Tenemos que esperar a que nuestras almas nos alcancen.PAULO COELHO.
Pienso que vamos demasiado deprisa por la vida, que nos dejamos dominar por la vorágine del mundo actual. Todo es urgente, la inmediatez está considerada una virtud, en vez de la calma, el saborear el momento. Pensamos que la felicidad la encontraremos cuando consigamos lo que queremos y lo que realmente se disfruta es el camino que realizamos, mientras lo recorremos, no el final de ese camino.Alfred de Souza: "Por largo tiempo parecía para mi que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar; entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran mi vida".
Cuantos instantes pierdo porque estoy proyectándome al instante siguiente!