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Que veinte años no es nada (Marta Rivera de la Cruz)

Publicado el 07 febrero 2011 por Bookworm
Que veinte años no es nada (Marta Rivera de la Cruz)TITULO: Que veinte años no es nadaAUTOR: Marta Rivera de la CruzEDITORIAL: Algaida ISBN: 978-84-764-7804-2PAG: 368PRECIO: 19,90€
CONTRAPORTADA:El famoso escritor Cósimo Herrera, eterno candidato a un Nobel que no llega nunca, decide retirarse a Ribanova, una pequeña ciudad de provincias apartada y brumosa. Allí conocerá a Luisa, una muchacha veinte años más joven, y que desde el primer momento sentirá por el forastero un amor tan apasionado como imposible. "Que veinte años no es nada" no es sólo la crónica de este amor irrealizable, sino también un lúcido relato de iniciación y una sugerente novela de comunidad, con un elenco de personajes secundarios tan rico que cada uno de ellos merecía su propia novela.Marta Rivera de la Cruz nos sorprende con su habilidad para descubrir detrás de cada suceso aparentemente insignificante una historia extraordinaria, con su narración a veces tierna y otras irónica, pero siempre comprensiva, y con su capacidad para crear un mundo narrativo propio, en un tiempo casi mítico que nunca acaba de definirse.
Aprovechando que la semana pasada utilicé la futura novela de Marta Rivera de la Cruz "La vida después", para participar en el concurso de PriceMinister y además añadí un fragmento del libro "Que veinte años no es nada", os traigo hoy la reseña del mismo y con ella empezaré a alternar los libros que ya he ido leyendo este año con las reseñas que ya tengo escritas pero que son todavía del año pasado.
Como no quiero ser cansina con la autora, simplemente os diré que desde que la descubrí en 2006 me he leído ya todas sus novelas (que no libros) en el orden contrario al que han ido apareciendo en el mercado, hasta llegar a este "Que veinte años no es nada" escrito en 1998 y con el que ganó el "Premio Ateneo Joven de Sevilla" y estoy convencida de que aunque hubiera comenzado a leer a Marta Rivera de la Cruz con este libro, hubiera seguido igualmente su trayectoria literaria, con lo que probablemente hoy me encontraría en este mismo punto: esperando su nueva novela: "La vida después".
Con esto quiero decir que para mí, esta es ya una autora en la que confío sin dudar. Me gustaba saber que aún me quedaba un libro suyo por leer de reserva en mis estanterías, porque hasta ahora no me ha fallado nunca, aunque he de confesar que a pesar de mi ciega confianza en su trabajo el argumento de que una joven se enamorara de un hombre que le dobla la edad no acababa de convencerme (ese argumento ya me lo he tragado bastante en la vida real como para que me "llamara"), pero eso no es para nada lo más importante de este libro, así que si alguien cree que ésta va a ser una historia de amoríos, que se olvide de eso, de hecho llegarás a la mitad de libro sin que la pareja protagonista haya intercambiado una palabra.
Esta primera novela de Marta transcurre en Ribanova, un pueblo inventado, pero que es una constante en prácticamente todas las historias que escribe. En algún sitio he leído que le llaman "la quinta provincia gallega" y es que por las descripciones que encontramos de él cualquier gallego podrían sentirse Ribanovense ¿se dirá así? En todo caso, su clima, sus gentes e incluso su muralla, todo en Ribanova es Galicia (quizás más concretamente Lugo, de donde procede la autora) y es allí donde nacen, viven y mueren muchos de los personajes surgidos de la imaginación de Marta. En mi caso al haber leído todas las novelas de la autora, ya había paseado por las calles de Ribanova, me he encontrado con los orígenes de personajes que ya conocía y me ha encantado volver a pasar un par de tardes entre sus gentes. Sin embargo una cosa que no hace la autora es situarnos en ningún momento concreto en el tiempo, aunque alguna información del libro te puede dar una idea más o menos de la época en la que transcurre la historia.
Pues a Ribanova llega un día Cósimo Herrera, un escritor argentino, amante de los tangos, en plena crisis de inspiración, invitado por un buen amigo (Juan Sebastián Arroyo) que le propone un cambio de aires.
Ribanova era una ciudad interior, tranquila hasta la saciedad, de lluvias frecuentes y temperaturas en ningún caso extremas, donde se hacía posible vivir al margen del mundo a poco que uno se lo propusiera. La ciudad tenía un casco histórico de notable importancia cercado en su totalidad por una muralla invencible, una catedral desordenada a fuerza de mezclar todos los estilos arquitectónicos y poco más de veinte mil habitantes que no tardarían mucho en olvidar quién era. Juan Sebastián Arroyo le hacía además una oferta de tipo práctico: encontrarle una casa de alquiler en buenas condiciones donde instalarse cómodamente durante una temporada que no tenía por qué ser muy larga. "Considérelo unas vacaciones -le decía-, un traslado temporal a la ciudad perfecta para vivir cuando uno quiere marcharse de todos los sitios".

Su sorpresa es mayúscula, cuando al llegar a Ribanova le comunican que su buen amigo ha muerto el día anterior, eso sí, dejando bien organizado el alojamiento de Cósimo y muchos planes que ya no podrá llevar a cabo. Al acudir a su entierro, Cósimo Herrera conocerá a otro buen amigo del difunto, Enrique Dapena, que al verlo tan perdido se acercará hasta él y con el que comenzará una buena amistad. A partir de la entrada en escena de Enrique Dapena, el desfile de personajes será continuo y nos iremos adentrando en la vida de cada uno de ellos conociendo sus peculiares historias, cada una más singular que la anterior. Entre estos personajes está la familia del Amo, un matrimonio con tres hijos, que un día aparecen en Ribanova, con la buena fortuna de tropezarse en su camino con el señor Dapena, que parece tener el don de estar siempre donde más falta hace y que les ofrecerá su ayuda. Uno de los miembros de esta familia es Luisa del Amo, que en cuanto ve por primera vez al escritor se queda prendada de él, sin poder imaginar cómo las circunstancias de la vida acabarán haciendo que se conozcan. Pero ¿Surgirá de aquí una historia de amor? ¿O será otro tipo de amor el que compartirán?

Que veinte años no es nada (Marta Rivera de la Cruz)

Marta Rivera de la Cruz

Evidentemente para saberlo tendréis que leer el libro y de paso ir descubriendo las historias que se van tejiendo alrededor de la trama principal, pero sin alejarte de ella, con la extensión necesaria para atraparte, pero sin que llegues a olvidar cómo llegaste hasta ellas. Las vidas de un variopinto grupo de entrañables personajes, todos ellos muy humanos con su propia y particular historia que en ningún momento sentirás que están de "relleno" sino todo lo contrario. A mí personalmente me sigue llamando la atención la aparente facilidad con la que esta escritora crea todas estas mini-historias tan distintas, tan ricas y originales, con un vocabulario maravilloso, con la frase justa en cada lugar, con un estilo que es ya inconfundible y que me encanta. Cómo nos va acercando a cada personaje, haciendo que sintamos a la mayoria de ellos muy cercanos y queridos, igual que a los personajes de un cuento. Y desde luego a muchos como personajes de cuento hay que tratarlos. Hay cosas en la historia que son un poco "fantásticas" de más, pero aún asi no sería capaz de eliminar ninguna.
Siempre digo que los libros de Marta son para leer en alto, son historias que no sólo se pueden disfrutar en silencio, sino escuchar, tienen la "magia" de los cuentos de antes y éste todavía más porque tiene pocos diálogos y quizás de todos los que he leído sea el más lento, pero desde luego para ser su primera novela ya apuntaba maneras y Marta se ha convertido en una de mis "cuentistas" favoritas.
- Bueno, y si no te divierten los bailes, ni las fiestas... ¿Qué te gusta hacer?
Luisa no tuvo que pensar la respuesta.
- Leer.
Macarena Altuna recordó que, mucho tiempo atrás, ella también había hallado refugio en la lectura. Los libros que encontró en su casa había contribuido a llenar algunas horas de su juventud solitaria [...]
- Está bien que te guste leer. Un amigo mío que murió hace poco decía siempre que las personas que leen vivien el doble que las demás...
 ¿Será esto verdad? Porque la mayoría de los blogueros debemos de ser practicamente inmortales ¡je,je!
Que veinte años no es nada (Marta Rivera de la Cruz)
Fotografía de la autora: http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/42606

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