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Kevin Kline es uno de mis actores favoritos, me divierte. Lo consiguió en In&Out escuchando Village People y antes lo había hecho en "Un pez llamado Wanda" cuando en los momentos íntimos tenía que hablar en italiano y agotados su bongiorno y pregos recurría a cualquier plato de trattoria que se le ocurriera bajo la presión del momento.Es lo que ocurre con los idiomas.
La perversa desgana asténica de abril adquiere un matiz casi poético cuando escribes "Aprile dolce dormire". Y es que dolce se presta al juego y lo que digas en su compañía se oye de otra manera. Disimula el amargor de Mastroianni en "La Dolce vita"; el tumbarnos a la bartola se refina cuando pronunciamos "dolce far niente" y le da un brillo especial al Oh! dolci baci o languide carezze de la opera Tosca cuando sabemos que a su personaje le espera la ejecución al alba.
También Dolce&Gabbana, tiene un significado especial que con sus diseños nos traen la dolce primavera y nos impulsan a vivirla sacudiéndonos perezas invernales. ¿Se te ocurre una manera más dulce de verla?.
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