Hasta hace unos años la visita a Belchite viejo se podía hacer por libre pero, desde hace algún tiempo, las visitas se han convertido en guiadas y el pueblo está vallado para evitar que se siga deteriorando y evitar que siga el saqueo de lo poco que queda. La visita se reserva por email o teléfono en la Oficina de Turismo de Belchite y su precio es de 6 euros. Media hora antes hay que pasar a recogerlas y dirigirte luego a la entrada de Belchite viejo que está a 500 metros de allí.
Y tras la visita a #Belchite, #elroadtripdeartabria sigue camino hacia Zaragoza ☺ #deambulandoporEspaña #deambulandoconartabriaUna foto publicada por Deambulando con Artabria (@deambulando_con_artabria) el 13 de Sep de 2016 a la(s) 8:40 PDT
QUÉ VER EN BELCHITE?En Belchite se habla de Belchite viejo y Belchite nuevo. Nosotros os hablaremos de Belchite viejo, el destruido durante la Guerra Civil. En Belchite nuevo sólo vimos, exteriormente, la iglesia de San Martín de Tours. Además, se puede visitar la Nevera, de piedra y de las mejor conservadas de toda la provincia, y el Seminario, de gran importancia hasta la guerra. Se puede disfrutar también de la naturaleza en Azud de Valdefeches o el Pozo de los Chorros, así como en el Planerón y la Lomaza.
Entrada a Belchite viejo y comienzo de la ruta
La Batalla de Belchite tuvo lugar entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937 como ofensiva del ejército republicano sobre Zaragoza. Seis meses más tardes, los sublevados vuelven a tomar la ciudad, dejando daños irreparables en los edificios.
En los restos de los edificios de Belchite viejo todavía se aprecian ejemplos de arquitectura mudéjar.
Belchite subrió de otras batallas durante la Guerra de la Independencia y la Guerra Carlista, pero la que dejó ya una huella imborrable fue la que tuvo lugar durante la Guerra Civil.
Fue en agosto del 37 cuando el general Rojo intentó realizar un avance rápido sobre Zaragoza para ocuparla y provocar que las tropas franquistas que se encontraban en el norte del país se desplazaran. La estrategia salió mal, debido, entre otros factores, a la falta de coordinación de los 80.000 soldados, su inexperiencia...La villa de Belchite sufrió duros combates durante varios días hasta que cayó el 2 de septiembre.
Finalmente, la batalla de Zaragoza se convirtió en la batalla de Belchite, lo que hizo perder mucho tiempo y medios al Ejército Popular que, además, no consiguió evitar la caída del Frente Norte ni la toma de Bilbao por el ejército franquista. La batalla de Belchite tuvo lugar en la primera fase de la Batalla de Aragón, con una gran ofensiva del ejército de Franco que supuso el principio del fin de la Guerra Civil, intentado aislar a los republicanos en Cataluña.
Tras terminar la Guerra Civil, Franco acudió a Belchite para prometerle a sus vecinos que se reconstruirían los edificios caídos. No sólo no cumplió con su palabra, sino que poco tiempo después ordenó la construcción de Belchite nuevo a unos cientos de metros de distancia. Esto fue un duro golpe para todos los vecinos después de todo el horror vivido y durante muchos años siguieron viviendo en Belchite viejo. Todavía quedan vecinos que vivieron aquella época y por lo que nos dijo nuestra guía, a veces, se acercan a las visitas guiadas y le cuentan a los visitantes los hechos allí ocurridos de primera mano. Esos días las visitan duran bastante más de lo normal. No hay mejor terapia que soltarlo todo.
En cuanto a la visita en sí, se comienza por el Arco de la Villa, en la que podemos ver una pequeña exposición con datos históricos. Desde allí se enfila por la Calle Mayor.
En Belchite viejo quedan todavía restos de varias iglesias, la iglesia de San Agustín, la iglesia de San Martín de Tours, la iglesia de San Juany el Convento de San Rafael.
La visita de Belchite es imprescindible en un viaje por Aragón, ya que nos ayudará a comprender mejor una época de nuestra historia que no debemos olvidar. Ya sabéis lo que dice Paul Preston: "Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores"