Lovaina o Leuven se encuentra a unos 30 km de Bruselas y la manera más cómoda de llegar es en tren, aunque la estación se encuentra a unos 20 minutos del centro.En la Grote Markt llama poderosamente la atención el magnífico Ayuntamiento (Het Stadhius). Se trata de una obra maestra del gótico flamígero y diseñado por Mathieu de Layens. Los trabajos de construcción empezaron en 1439. Su decoración se basa en 236 estatuas que representan a personajes ilustres de la ciudad, nobles, artistas y eruditos. Las estatuas son posteriores al edificio y se colocaron en 1850.
También nos encontramos aquí con la Iglesia de San Pedro (Sint Pieterskerk). Según los documentos, este es el edificio más antiguo de Lovaina, ya que la iglesia original data del s. X.
Ya que la visita al Beaterio de Brujas nos había resultado interesante, decidimos visitar también el de Lovaina. Los beaterios o Begijnhof es un fenómenos muy curioso en Bélgica. Se trata de una especie de convento para beguinas o beatas que se retiraban del mundo dedicándose a la vida contemplativa y haciendo votos de de pobreza, castidad... Los hay tan grandes que forman una pequeña ciudad, como el de Lovaina.
Este beaterio se inició en el s. XIV, ocupaba 6 hectáreas y contaba con más de 70 casas edificadas entre los s. XV y XVIII.
En 1925 pasó a pertenecer a la Universidad Católica de Lovaina con la condición de que se hiciera cargo de su rehabilitación. A partir de los 60, las antiguas casas de las beguinas pasaron a ser residencias para estudiantes y profesores. En marzo del 200 los beaterios de Bélgica fueron declarados Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO.
La Oude Markt se encuentra pegada a la Grote Markt, está rodeada de casas antiguas con sus tejados escalonados. Los bajos de estas casas están ocupados por numerosos bares, cervecerías...
Era hora de la comida y nos decantamos por la cervecería Domus. Se encuentra en la parte de atrás de la Grote Markt y dicen de ella que es la primera cervecería de Bélgica. Su cerveza es artesanal y la sirven a través de las tuberías directamente desde la fábrica que se encuentra al lado.
Nos tomamos una ensalada, un bocata vegetal, un par de cervezas y unas patatas por 23 euros.
Después de la comida dimos otro paseo por la espectacular Grote Markt y deshicimos nuestro camino hasta la estación. Llegaríamos a Bruselas a primera hora de la tarde y después de descansar un rato en el hotel, nos iríamos a descubrir nuevos rincones de la ciudad.
Aquí se acaban nuestros artículos sobre Amsterdam y Bélgica. En unos días haremos un post recopilatorio con todas las entradas publicadas, presupuesto, tips de viajes...