Bolonia, conocida cariñosamente como «La Dotta» (La Erudita), «La Grassa» (La Gorda) y «La Rossa» (La Roja), es una ciudad italiana rica en historia, cultura y pasión, especialmente por los deportes de motor como el motociclismo. Esta ciudad, ubicada en la región de Emilia-Romaña, se ha ganado un lugar especial en el corazón de los viajeros de todo el mundo. El centro histórico de Bolonia, lleno de calles empedradas, sumerge a los visitantes en un ambiente que combina a la perfección la antigua sabiduría académica, representada por su universidad fundada en 1088, con una pasión innata por la buena comida y el arte culinario que la ha convertido en un destino gastronómico de renombre mundial.
Pero Bolonia es más que solo historia y gastronomía; es también un paraíso para los amantes de las motos. Esta ciudad es la cuna de una de las marcas más icónicas de motocicletas, Ducati. Conocida por sus máquinas de alta velocidad y diseño italiano de vanguardia, Ducati tiene su sede en Bolonia y ofrece a los entusiastas de las motos la oportunidad de explorar su museo y conocer de cerca la evolución de estas máquinas de dos ruedas. Por ello, los productos de viaje para Ducati son uno de los regalos que muchos viajeros toman de la ciudad. Además, también son muchos los entusiastas de las motos que deciden realizar un viaje en Ducati por la zona, disfrutando de una de las marcas de motos más emblemáticas de Italia.
En este artículo, vamos a mostrar los lugares más importantes que ver en Bolonia. Este viaje por la historia, la exquisita cocina y el rugido de los motores es indispensable para aquellos visitantes de “la città dotta, grassa y rossa”.
Las torres de Bolonia
Las Dos Torres (Due Torri) de Bolonia son un emblema icónico de la ciudad y una de las atracciones más destacadas para los visitantes. Estas dos torres medievales, la Torre Asinelli y la Torre Garisenda, se alzan majestuosamente sobre el paisaje urbano de Bolonia, ofreciendo una vista impresionante de la ciudad y su historia. Por un lado, la Torre Asinelli es la más alta de las dos, alcanzando una altura de aproximadamente 97 metros. Fue construida entre los siglos XII y XIII y cuenta con 498 escalones que llevan a una plataforma de observación en la parte superior. Subir a la cima de la Torre Asinelli es una experiencia única que recompensa a los visitantes con vistas panorámicas espectaculares de Bolonia y los alrededores.
Por otro lado, la Torre Garisenda es más baja y se inclina notablemente debido a problemas estructurales que se remontan a la Edad Media. A pesar de su inclinación, la Torre Garisenda es igualmente impresionante y se suma al encanto de Bolonia. Estas torres no solo son un símbolo de la ciudad, sino que también tienen una rica historia. Originalmente, eran numerosas las torres de Bolonia, que servían como fortificaciones y residencias para las familias nobles de Bolonia. Con el tiempo, muchas de ellas fueron demolidas o se derrumbaron, pero las Dos Torres han perdurado como testigos silenciosos de la historia de la ciudad.
La Piazza Maggiore
La Piazza Maggiore es el corazón histórico y social de Bolonia, un lugar imprescindible que ver en esta ciudad universitaria. Esta plaza es un lugar de encuentro y actividad tanto para los lugareños como para los visitantes, ofreciendo una visión fascinante de la rica historia y cultura de la ciudad. Rodeada por imponentes edificios, la Piazza Maggiore alberga algunos de los monumentos más emblemáticos de Bolonia, como el Palazzo Comunale, un majestuoso palacio medieval, domina un lado de la plaza. También se encuentra la Basílica de San Petronio, una iglesia con una fachada inacabada y un interior deslumbrante, testigo de la ambición de la ciudad durante la Edad Media.
Otro punto destacado de la plaza es la Fuente de Neptuno, una llamativa escultura de bronce del dios Neptuno diseñada por Giambologna en el siglo XVI. Como comentamos, la Piazza Maggiore es un lugar vibrante que cobra vida en diferentes momentos del día. Por la mañana, los lugareños se reúnen en los cafés para disfrutar de un espresso y socializar. Durante el día, es un lugar popular para eventos culturales y artísticos, incluyendo conciertos y mercados de antigüedades. Por la noche, los restaurantes y bares de los alrededores se llenan de vida, creando un ambiente animado y acogedor.
La Basílica de San Petronio
Como hemos comentado, la basílica de San Petronio es uno de los tesoros arquitectónicos más impresionantes que visitar en Bolonia en la ciudad de Italia. La basílica se encuentra en el corazón de la majestuosa Piazza Maggiore, siendo una iglesia que rinde homenaje a San Petronio, el patrón de la ciudad. Esta basílica, construida a lo largo de varios siglos desde el siglo XIV, es conocida por su fachada inacabada de mármol rosado y blanco, que crea una intrigante mezcla de estilos arquitectónicos góticos y renacentistas. Su interior es igualmente impresionante, con una amplia nave central y capillas laterales adornadas con impresionantes obras de arte y frescos.
Una de las características más notables de la Basílica de San Petronio es su gigantesca planta en forma de cruz latina, que la convierte en una de las iglesias más grandes del mundo con este tipo de construcción. Asimismo, su cúpula inacabada, destaca en el horizonte de Bolonia, ofreciendo una perspectiva mágica. Además de su belleza arquitectónica, la basílica tiene una rica historia y ha sido testigo de importantes eventos a lo largo de los siglos.
Museo Ducati
El museo Ducati en Bolonia es un lugar de peregrinación para los amantes de las motocicletas de todo el mundo y una experiencia imperdible para los entusiastas de Ducati. Situado en la misma sede de la famosa fábrica de motocicletas en Borgo Panigale, el museo ofrece un fascinante viaje a través de la rica historia y la tecnología innovadora detrás de la legendaria marca italiana.
Los visitantes pueden explorar una impresionante colección de motos Ducati que abarca décadas de diseño y evolución, desde los primeros modelos hasta las motos de carreras de última generación. Los modelos icónicos, como la Ducati 916 y la Ducati Monster, se encuentran entre las estrellas del museo, siendo una delicia para los fanáticos de este tipo de motocicletas. Además, se presentan distintos complementos, como maletas para Ducati de viaje, trofeos de carreras e innovaciones técnicas, como los secretos de los motores desmodrómicos.
El museo Ducati no solo es un tributo a la excelencia en ingeniería y diseño de motocicletas, sino que también permite a los visitantes sumergirse en la pasión y la emoción del motociclismo italiano. Se trata de un lugar donde los sueños de dos ruedas se hacen realidad, y donde los visitantes pueden sentir la adrenalina y el legado de Ducati en cada esquina.
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