Como muchos de vosotros sabéis, una vez al año nos llevamos a nuestros sobrinos de viaje. Empezamos hace unos años con el Oporto con niños, seguimos con el Cantabria con niños, al año siguiente fue el Madrid con niños y el año pasado nos fuimos a Asturias y Cantabria con niños.
Este año volvimos a Burgos, un destino en el que ya habíamos estado. Creímos que la ciudad y sus alrededores serían un buen destino para ir con los sobris, ya que disponen de una ruta de dinosaurios, el yacimiento de Atapuerca, el Museo de la Evolución Humana y, lo que más les gustó, un safari prehistórico. Además, como llevábamos a la abuela, estábamos seguros de que le iba a encantar la maravillosa catedral y las vistas desde el castillo. Nuestro viaje duró tres días y el primer día llegamos al mediodía a Burgos y, después de comer, continuamos hacia la Ruta de los Dinosaurios. Aunque teníamos la intención de visitar tres yacimientos con huellas de dinosaurios, tras la decepción del primero, los niños decidieron no ver los otros dos. Cambiamos de planning y nos acercamos hasta el desfiladero de la Yecla para más tarde acabar en el museo de los dinosaurios de Salas de los Infantes (42.023095, -3.286664). El yacimiento que visitamos fue el de la Pedraja, en Mambrillas de Lara (42.097364, -3.454043), a continuación nos habríamos dirigido al de Costalomo, en Salas de los Infantes (41.995675, -3.259616. Estas coordenadas son de una intersección. A partir de aquí sabíamos que teníamos que dirigirnos por una pista hasta un alto, pero no logramos localizar las coordenadas exactas). La ruta habría acabado en el yacimiento del Frontal, en Regumiel de la Sierra.Como os decíamos más arriba, la decepción de los niños hizo que cambiásemos nuestra ruta para acercarnos al desfiladero de la Yecla (41.949665, -3.442476), muy cerca de Santo Domingo de Silos, famoso por su monasterio. Es una ruta que no te llevará más de 15 minutos por una pasarela construida entre las inmensas rocas y con buitres sobrevolándonos. Es un paisaje espectacular! Cuando llegas al final de la pasarela puedes dar la vuelta y hacer el mismo camino o volver por la carretera general.El Museo de los dinosaurios de Salas de los Infantes es pequeñito, pero tiene cosillas bastante interesante. Y, aunque a nuestros sobrinos les decepcionaron los yacimientos con huellas de estos grandes animales prehistóricos, creo que a algunos niños más pequeños sí que puede gustarles. Al día siguiente teníamos reserva para ver Atapuerca a las 11 de la mañana. Puedes reservar conjuntamente con el Museo de la Evolución Humana, pero nosotros decidimos hacer las visitas por separado porque no sabíamos si nos iba a dar tiempo a hacerlas juntas. Nuestro punto de encuentro fue el Centro de Arqueología Experimental, el CAREX (42.378592, -3.497233), en Atapuerca. Te llevan hasta los yacimiento en bus y la visita dura sobre 1h30min. A los niños se les hizo un poco largo pero cuando, más tarde, empezaron a hablar de todo lo que había dicho el guía, nos dimos cuenta de que les había gustado más de lo que parecía y que habían estado super atentos. Comimos en un restaurante a poco más de 1 km del CAREX llamado El Palomar. La comida estaba muy buena y los camareros fueron super amables. Al ser festivo, el menú del día nos costó 15 euros, pero su precio entre semana es de 12 euros. Para los niños nos dejaron pedir medio menú y nos cobraron 6 euros por plato, así que otro punto más a su favor. Desde Atapuerca nos dirigimos a la cantina de Salgüero de Juarros (42.293950, -3.489852), en donde nos iba a recoger el 4x4 para el Safari Prehistórico. El safari está gestionado por la misma empresa que lleva la mina La Esperanza, que aunque nos pareció interesante, no pudimos verla por falta de tiempo. Este safari lleva en funcionamiento desde el pasado verano y les va tan bien que tienen planes para el futuro, tanto para aumentar el número de animales como para traer otras razas. Aunque la visita estaba programada para que durase 2h30 min, lo cierto es que fueron 2 h escasas y faltaron algunas actividades que decían que iban a llevar a cabo, como la explicación de las pinturas rupestres. De todas formas, es una experiencia que vale mucho la pena.
Las especies que tienen ahora mismo son tarpanes, caballos prezwalski, uros y bisontes europeos. He de decir que nuestra primera opción era una reserva, también de bisontes europeos, situada en San Cebrián de Mudá, en Palencia. Teníamos hasta la reserva hecha, pero teníamos miedo que nos nevase y una semana antes descubrimos este que nos tenía muy buena pinta y podemos deciros que no nos equivocamos.
En un momento de la ruta te bajas del 4x4, con capacidad para 12 personas, para ver un pequeño poblado que tienen montando y en el que te explican cómo hacer fuego, flechas...
El tercer y último día empezó con la visita al Museo de la Evolución Humana, que les encantó. En la entrada les dieron unos mapas del tesoro y eso hizo que prestaran muchísima atención en todo lo que veían y leían. Además, al haber estado el día anterior en Atapuerca había muchísimas cosas que ya sabían y fue realmente emocionante ver cómo habían aprendido el día anterior.
Después de terminar la visita al Museo de la Evolución Humana, visitamos la catedral y ya después de comer hicimos una pequeña rutita por la ciudad y nos subimos al tren chu chu, terminando nuestro viaje en el Castillo de Burgos y en su mirador, desde el que obtienes una buena panorámica de la ciudad y desde el que parece que puedes rozar los campanarios de la catedral.