Qué ver en Capadocia, región turca tallada en roca

Si generalmente nos encanta viajar para vivir una realidad diferente, hacerlo a un lugar tan singular como Capadocia es aún más especial. Esta región, situada en Anatolia Central, se compone por curiosas formaciones rocosas, producto de corrimientos de tierra, erupciones volcánicas, la erosión y el paso del tiempo, dando como resultado un paisaje que no te cansas de mirar. Aunque mi viaje duró tres días, me hice una idea de cómo es este lugar y os lo contaré lo más detalladamente que pueda en este post qué ver en Capadocia, la bella región turca tallada en roca.

El viajero se dará cuenta de que este lugar es diferente en el momento en que se baje del minibús que seguramente le llevará desde el aeropuerto de Kayseri a Göreme (una hora de trayecto), el pueblo donde se hospeda la mayoría de la gente y que recomiendo, ya que representa el encanto del destino turístico y a pesar de que hay bastante turismo, este no es en ningún caso excesivo.

El hotel -Ivstar Cave Pension- en nuestro caso también ayudó a continuar la magia del momento. También tallado en roca, la habitación, que en principio compartíamos con otros huéspedes, fue para nosotras solas y tenía forma de cueva, además de una terraza cuyas vistas eran espectaculares. No obstante, este hotel puede no ser para todo el mundo, ya que no estaba especialmente limpio en las zonas comunes y la habitación solo tenía una pequeña ventana en la entrada.

Quizás la cuestión más importante al viajar a Capadocia es pensar en qué ver y cómo moverse. En realidad se trata de una región histórica repartida a lo largo de cuatro provincias -Kayseri, Aksaray, Niğde y Nevşehir- y que abarca cerca de 10.000 hectáreas. De ahí que para acceder a los atractivos más importantes se necesite un vehículo. Las principales opciones son: alquilar uno o contratar un tour que te lleve. Nosotras optamos por la segunda opción, buscando además otras ideas para visitar andando o uno de los casos, en taxi; eso sí, lugares siempre cerca de Göreme, para que no fuera excesivamente costoso.

El primer lugar imprescindible que visitar está situado en el propio Göreme y se trata del conocido como ‘Museo al aire libre de Göreme’. Tras un fácil camino a pie, se llega a una zona alta y por ello con unas vistas ya bastante impresionantes, que dan cuenta de una de tantas formas que adquiere el paisaje de Capadocia. Se trata de un conjunto de iglesias rupestres, casi todas ellas creadas entre los siglos XXI y XXIII, con frescos peor o mejor conservados pero que en algunos casos impresionan: La Iglesia de Santa Bárbara, la Iglesia Elmali, Iglesia Yilanli, la Karanlik Kilise, la Iglesia de Carikli, la Tokali. Mención especial para la Karanlik Kilise o “iglesia oscura”, que tiene un coste adicional, pero que desde luego, merece la pena pagarlo: su interior es una obra de arte viva muy bien conservada. También me impactó la Iglesia Tokali, situada antes de la entrada al museo al aire libre pero incluida en el tique y que además de los mosaicos, impresiona por su construcción y tamaño.

No se podía hacer fotos en el interior de las iglesias, pero alguna pude hacer para que os hagáis una idea:

Por la tarde, no tuvimos demasiada prisa para seguir viendo cosas, pues habíamos quedado con otros amigos, los componentes del blog Rojo Cangrejo y además, conocimos a un par de chicos muy majos en el restaurante Silk Road, que a partir de entonces se convirtió en nuestro favorito (comida rica, barato y se podía fumar narguile). Eso sí, decidimos ir a ver el atardecer a un punto conocido como ‘Sunset Point’, no tiene pérdida, aunque en este caso, preferimos preguntar a recordar las indicaciones que nos había dado nuestra amiga argentina. Una vista súper especial del pueblo y el ocaso sobre el lugar fueron la recompensa y el cierre de uno de los días en esta región; siempre llena de imágenes bonitas que ir añadiendo a nuestro haber.

Momento especial en el viaje: Sobrevolar Capadocia en globo

Creo que en alguna ocasión anterior a mi viaje, había visto imágenes de globos aerostáticos sobrevolando Capadocia, con ese paisaje lunar de fondo tan propio, y había creído que era una imagen publicitaria; que no era real. Pensé que algo así no podía ser verdad. Y no. Me equivoqué; y fui feliz de equivocarme porque es un hecho, que al menos durante los meses de verano, se repite cada día en esta parte del mundo. Decenas de globos llenos de viajeros viviendo esta experiencia se alzan al aire, pasadas las cuatro de la mañana, para sentir una emoción especial si no lo han hecho antes y sobre todo, contemplar un lugar mágico; de una forma mágica.

Es curioso cuando llegas al lugar donde tomarás tu globo porque es una antesala a lo que tus ojos verán más tarde. Parece que formas parte de una operación espacial y desde ese instante, también del decorado de una película.

Aunque al principio tenía sueño y frío, estas sensaciones fueron remitiendo y cuando llegamos ya a las alturas, habían desaparecido casi completamente. Las emociones de todos los tipos se fueron fundiendo en una imagen de globos y formaciones rocosas impagables; el sol fue apareciendo; y finalmente, solo me quedó la tranquilidad de haber hecho una de las actividades que más merecen la pena en este lugar. Cien euros no es dinero si se trata de algo así; que apenas se puede describir con palabras.

Green tour: Paseo por nombres propios del turismo en Capadocia

Una de las formas más comunes para acercase a lugares más alejados en Capadocia sin vehículo propio es, como hemos adelantado, contratando un tour. En casi todas las empresas de este tipo de servicios ofrecen las mismas opciones, que son diferentes tours que asocian a colores: azul, amarillo, rojo y verde, siendo los más populares los dos últimos. Nosotras optamos por el verde, ya que las visitas incluidas en el rojo no están situadas muy lejos de Göreme y se pueden hacer, eligiendo algunas de ellas, de otras formas, como a pie, bicicleta o taxi.

Estos tours, cuyo precio ronda los 30 euros, duran en torno a seis/siete horas y además de todas las entradas, incluyen la comida, por lo que no me parecen demasiado caros. Además, como suelo viajar por libre, si bien este tipo de viajes organizados no van mucho conmigo, cuando los hago, suponen también un cambio importante y por tanto, algo bienvenido. Nuestro guía, Mustafá, era un hombre con mucho sentido del humor e hizo que el recorrido fuera aún más interesante.

La primera parada que realizamos fue el ‘Göreme Panorama’, un lugar para volver a ver el paisaje tan peculiar que se forma en esta parte de Turquía y convencerse, si no lo has hecho ya, de que pocos lugares en el mundo te ofrecerán unas vistas así. La gente aprovecha para hacerse fotos y mirar las tiendas de souvenirs, presentes durante todo el recorrido.

También en la siguiente visita, la popular ciudad subterránea de Derinkuyu, una de 38 que tienen lugar en la zona y cuya visita es tan interesante como claustrofóbica y no apto para personas con problemas del corazón, por sus peculiares características. Estas son las siguientes: Alcanzando cotas de los cuarenta metros de profundidad, esta ciudad se extiende hacia el subsuelo a lo largo de unos veinte niveles, aunque solo se pueden visitar los ocho superiores. El guía nos fue explicando algunos de los compartimentos del interior, que no tienen nada especial, pero impresionan y el objetivo de resguardarse del calor y guardar los alimentos que tenían estas ciudades.

No sé si por el cansancio o porque la naturaleza no me parece el fuerte de esta zona turca, el Valle de Ilhara fue la visita que más me decepcionó. Dimos un paseo entre grandes paredes de barranco y a pesar de ser bonito, no me dijo nada especial. Se visitan también iglesias escavadas en roca, que en su momento sirvieron a religiones minoritarias para ejercer su rezo. Después de la caminata y comer, visitamos la Selime Katedrali, lugar que sí me parece original y digno de una visita, en caso de hacer las visitas por libre.

Esta “catedral” o complejo religioso se creó en el siglo VIII, de ahí que la conservación sea bastante limitada y tengamos que tirar un poco de imaginación para entender la importancia religiosa de este lugar creado en plena roca. En los diferentes compartimentos, podemos ver los restos de los lugares que fueron dedicados a la cocina, las habitaciones, la capilla, el edificio principal, etc. No obstante, un dato dará cuenta de su valor: es la mayor de todas las edificaciones religiosas de este tipo en Capadocia y la catedral esculpida más grande del mundo. Para los cinéfilos, apuntar que este lugar sirvió de inspiración para la película ‘Star wars’. A modo de cierre, como a la ida, paramos en un punto panorámico para contemplar el Valle de las Palomas, lleno de ejemplares de esta especie animal y nos deleitamos con las vistas del pueblo de Uchisar, con el monolito que tanto lo caracteriza como principal protagonista.

Visitas cerca de Göreme

Sin haber previsto los problemas que podíamos tener para trasladarnos, estando en Capadocia no sabíamos bien a qué dedicar el tercer día que teníamos. Pero justo el día anterior conocimos a una chica argentina, que había tenido la suerte de que la dueña de su hostel explicara qué hacer en los alrededores. Así, nos explicó como llegar a una zona donde podíamos ver algunas “chimeneas de hadas”, formación peculiar que dependiendo de quién la interprete, puede parecer una seta o un falo. Las instrucciones eran: de camino al Museo al Aire Libre de Göreme, hay un desvío, justo después de la entrada a un hotel de lujo cuya piscina se ve desde la carretera, que da acceso a un paisaje precioso.

Se trata de Gorkundere Vadisi y es un paseo muy interesante aunque corto. Creo que me gustó especialmente porque lo hicimos prácticamente solas –solo nos encontramos a un grupo de turistas al volver- y reinaba un silencio de paz absoluta. De camino, se encuentran dos puestos de té, donde no parece haber pasado el tiempo y cuyos auténticos dueños nos invitaron sin éxito a disfrutar de sus aposentos. En lugar de volver por donde vinimos, continuamos por otro paseo, pero el único interés era seguir viendo iglesias, pero desistimos al pensar que sería parecido a lo que ya habíamos visto.

Con todavía la tarde por delante, no sabíamos bien que íbamos a hacer pero como era poco tiempo para emprender una caminata o alquilar una bici para ir a la zona donde están las anunciadas ‘Fairy Chimneys’, decidimos entre Uchisar o Çavusin. De la primera había leído referencias algo negativas, señalando que no tenía mucho que visitar, así que nos decantamos por Çavusin.

Situada a tres kilómetros de donde estábamos alojadas, en un principio nos pareció un pueblo bastante dormido. No obstante, cuando preguntamos por la zona antigua, un amable hombre nos dirigió a lo más interesante, sin duda, del lugar. Al llegar, nuestra opinión cambió y la presencia de una gran pared de roca, antes ocupada por la zona de culto, llamó al instante nuestra atención.

Su color amarillo intenso lo hace un poco más especial. Antes de comenzar a subir para ver esta parte enclavada en la roca, entramos en la pequeña mezquita –antes iglesia- que hay en el lugar. Después vemos los diferentes compartimentos, como otras veces, y levantando en varias ocasiones la vista, pues la panorámica que se distingue es muy chula. Una vez en la parte de arriba rodeamos también la zona, pues se obtienen unas buenas vistas del conocido como Rose Valley y en el que se distingue el color rojizo.

Datos prácticos:

• Para contratar el minibús que te lleve de Kayseri a Göreme, se puede preguntar al hotel si ofrece este servicio. El mío lo ofrecía. El precio es en torno a 10 euros.
• Hotel: Ivstar Cave Pension. Era barato y en general, estaba bien. Además, se podía contratar el minibús al aeropuerto o el paseo en globo, por 100 euros. Lo peor: que por la noche pasábamos un poco de frío y las mantas no tenían buena pinta.
• Para contratar los tours, en la calle principal de Göreme hay muchos lugares donde poder contratar la excursión.
• En los diferentes puestos de Göreme, también podréis alquilar coches, bicis o motos.
• Para comer y beber, os recomiendo el Silk Road y el Capadocian Cuisine, baratos y muy amigables. Me recomendaron el Top Cave Deck, pero había que reservar y no lo hice, así que no os puedo dar mi opinión.
• Para coger un autobús a Pamukkale, el destino más común para seguir el viaje, lo ideal es que lo compres en alguna de las compañías de autobús que realizan ese viaje (por ejemplo Metro), en la calle principal. Ahorrarás una buena comisión.