La catedral y el puente Hohenzollern
A Colonia le dedicamos toda la mañana aunque, quizás, no habría estado mal dedicarle el día entero.Nosotros centramos nuestra visita en la zona de la Catedral. La Dom está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en su interior alberga las reliquias de los Reyes Magos, trasladadas desde Milán en 1164.
Como queríamos subir a las torres de 157 m de altura, compramos la entrada doble para acceder también al Tesoro y ver las reliquias de los Reyes Magos. Aunque algunas iglesias ya cuentan con ascensor, en este caso no nos quedó otra que subir escaleras y con el calor que hacía, creedme cuando os digo que nos costó una barbaridad llegar a lo más alto. Las vistas no son nada del otro mundo, destaca sobre todo el Rhin y el puente Hohenzollern.
Desde allí nos fuimos a la iglesia de San Martín el Grande, pasando por la plaza del Altes Rathaus.
En el s. II d.c. se construyó un granero que luego se convirtió en la iglesia de San Martín en el s. X. Su torre mide 84 m y junto con las casas de colores que hay delante de ella forma una preciosa estampa. Además, en la plaza hay muchísimo ambiente y a su lado nos encontramos con una zona verde a lo largo del río Rhin. Un precioso rincón para descansar después de patear Colonia.
Teníamos pensado acercarnos al museo de Aromas, pero al final cambiamos de opinión. Y es que al colonia nació en Colonia! Al principio se utilizaba para curar los ataques de apoplejía, la gota, la tos o la peste. El mismo Napoléon les dió un ultimatum a los creadores: o revelaban su fórmula o el agua de Colonia no podría venderse como medicina. Con el paso del tiempo empezó a venderse para eliminar los olores corporales. Si queréis comprar un frasquito de la colonia original podéis acercaros al museo o comprarla en algunas de las tiendas autorizadas al igual que hicimos nosotros en una que se encuentra en la plaza de la catedral.Para despedirnos de Colonia fuimos a comer a uno de los locales que prometían servirte la Kölsch (la cerveza de Colonia) como antiguamente: directamente de la botella o del grifo en un vaso largo de 20 cl. Estas tabernas típicas se llaman Kölsche Weetschaff, pero nosotros no tuvimos mucha suerte y escogimos mal. De todas formas, la Kölsch nos gustó mucho, es muy ligera y entra muy bien :-)