Hoy visitamos Montilla, un destino enoturístico situado en plena campiña cordobesa, unas tierras donde las viñas se entremezcla con el olivar dejando un reguero de bodegas centenarias, almazaras y lagares.
¿Cómo llegar a Montilla?
En esta ocasión fuimos en coche, ya que para poder recorrer la ciudad y visitar los diferentes lagares y bodegas era imprescindible. Para el viaje en coche, siempre es imprescindible contar con un buen seguro de coche a todo riesgo con franquicia, de esa manera disfrutarás de tu viaje sin contratiempo.
Desde Córdoba deberás tomar la A-45 dirección Málaga hasta la salida 27 hacia A-386, dirección La Rambla, N-331, Montemayor y Montilla.
Desde Córdoba tienes autobuses con parada en Montilla.
Un poco de historia
Aunque se han encontrado vestigios tartésicos e íberos en el cerro del castillo, durante la ocupación árabe apenas estuvo poblada y no sería hasta que Fernando III el Santo ocupó la población cuando se comenzó a repoblarla con colonos procedentes del Reino de León.
Posteriormente pasó a manos de los Condes de Aguilar, donde en el seno de esta familia nacería en 1453 Gonzalo Fernández de Córdoba y Aguilar, conocido con el Gran Capitán.
Durante 1501 los Reyes Católicos concedieron el marquesado de Priego a don Pedro Fernández de Córdoba. Sin embargo su apoyo a Felipe El Hermoso hizo que el Rey Católico enviara a su ejército capturando a don Pedro y destruyendo el Castillo.
Al ser capital del marquesado de Priego, se establecieron en la localidad numerosas órdenes eclesiásticas. Dentro de este ambiente sería donde nacería en 1549, el futuro misionero San Francisco Solano y nombrado patrono de Montilla. Y entre 1554 y 1569, San Juan de Ávila residió principalmente en Montilla donde murió, convirtiendo Montilla en un lugar de peregrinación de grandes personajes como San Francisco de Borja, San Juan de Dios y Santo Tomás de Villanueva.
Durante 1561 llega a Montilla el joven Gómez de Figueroa, conocido como el Inca Garcilaso. Residió en casa de su tío paterno, el capitán Alonso de Vargas, durante unos treinta años. Allí redactó la mayor parte de sus escritos.
El rey Felipe IV le concedió el título de Ciudad en 1630. Y ya en 1711 el marquesado de Priego se incorporó al ducado de Medinaceli. Finalmente hoy Montilla es un referente en el mundo del vino gracias a la Denominación de Origen Montilla-Moriles.
Qué ver en Montilla
Podemos empezar la visita desde la Oficina de turismo de Montilla situada en el interior de las ruinas del antiguo Castillo de El Gran Capitán, destruido por el rey Católico y sobre el que se edificó un alhorí o alfolí, empleado como granero por el Duque de Medinaceli.
Desde el cerro donde se encontraba el castillo, verás el Balcón de la Escuchuela, que tiene unas vistas privilegiadas de la campiña cordobesa, pudiéndose contemplar desde aquí varios pueblos como Montemayor, Espejo o La Rambla.
A la salida podrás ver a un lado la iglesia de Santiago, levantada sobre una antigua mezquita aprovechando las piedras del castillo. Destaca por su portada y la torre de ladrillo del siglo XVIII.
Si bajas la calle llegarás hasta la Plaza de la Rosa, uno de los espacios más bonitos de Montilla, donde se encuentra el Teatro Garnelo, la Ermita de la Rosa, el edificio de las Tercias y la Casa de los Azulejos.
Si nos fijamos en el Teatro Garnelo, se trata de un edificio modernista de primeros del siglo XX, obra de Don Manuel Garnelo y su hermano José. El teatro se rehabilitó a finales de siglo conservando la fachada pero no el interior.
En cuanto a la Ermita de la Rosa, se trata de un templo gótico-mudéjar del siglo XVI y reformado posteriormente. Está compuesta por una sola nave con techo de bóveda de cañón. En el interior podemos encontrar algunas pinturas procedentes de la iglesia de Santiago y de la antigua iglesia de la Compañía.
Y finalizamos la plaza con el edificio que ocupó la antigua tercia y donde tuvo el marquesado unas viejas bodegas, el VII Conde Cortina (Francisco de Alvear y Gómez). Sobre ella se construyó a primeros del siglo XX, unas viviendas con una gran fachada historicista y una corta torre de planta rectangular que preside actualmente la plaza de la Rosa.
Muy cerca de la plaza por la calle peatonal encontrarás la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila (siglo XVI). Su retablo está dedicado al Corazón de Jesús, siendo obra de Félix Granda. El templo contiene las reliquias del patrón del clero español, San Juan de Ávila, así como el Panteón familiar de la Casa de Aguilar.
Antes de llegar a la Basílica no te olvides hacer una parada en la Pastelería Manuel Aguilar (Calle la Corredera, 25) una de las más antiguas de Montilla (91 años) y que conserva su decoración original. No te vayas sin antes coger sus famosos alfajores.
Continúa hasta la Casa Museo del Inca Garcilaso, que recrea el ambiente en el que vivió este importante escritor. Nacido en Perú, escribió, durante sus treinta años de estancia en Montilla en la casa de su tío Alonso de Vargas, gran parte de su obra literaria como Comentarios Reales, La Florida, Historia General del Perú, entre otros. La casa está dividida en tres estancias: la zona de la bodega, el despacho y el patio.
Horario: Lunes a viernes 10:00-14:00. Sábado de 12:15-14:15 y 17:00-19:00. Domingo 12:15-14:15.Otro lugar que ver en Montilla es el Convento de Santa Clara, fundado en 1517 por el primer Marqués de Priego. En su interior conserva un retablo espectacular y varias imágenes de Pedro de Mena. En él todavía viven monjas de clausuras, pero realizan visitas guiadas al interior del convento. Además podrás comprar sus dulces típicos, como las famosas yemas de Santa Clara.
Visitas al interior de convento (cita previa) pases a las 11:00 y 12:00.En la Plaza de Ángel Sisternes, encontrarás la llamada Casa de las Aguas (llamado así porque en este espacio se encontraban los depósitos de agua de la ciudad). Desde 2004 alberga el museo Garnelo y la colección bibliográfica del a Fundación biblioteca Manuel Ruiz Luque. Se expone la mayor colección pictórica de José Garnelo y Alda, uno de los mayores exponentes de pintura academicismo de entre siglos, figura referente en el certamen de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes.
Más información
Horario:- Martes a Viernes de 9:30 a 14:00. Tardes martes a sábado 16:30 a18:30.
- Sábados, Domingos y festivos de 11:00 a 14:00.
Muy cerca verás el Ayuntamiento de Montilla, emplazado en el antiguo Convento-Hospital de San Juan de Dios (1601). Destaca su fachada neoclásica y la torre del reloj.
Hacemos un inciso en nuestro viaje para mencionar que para los amantes del arte urbano, hace unos años se creó el proyecto "7 barrios, 7 murales", en el que se intentó contar la historia y cultura de la ciudad a partir de esta representación artística. Así que si das una vuelta por el centro de la ciudad podrás ver la mayoría de ellos.
Para terminar con los museos de Montilla, puedes dirigirte a la calle Beato Miguel Molino donde se halla el Museo Histórico Local, que muestra una interesante colección arqueológica y un recorrido por la configuración de la ciudad en el tiempo.
Conocer los vinos de Montilla
En el recorrido por lo que ver en Montilla es fácil encontrarse con alguna de las numerosas bodegas de vinos Denominación de Origen Montilla-Moriles. Estas ofrecen visitas guiadas a sus instalaciones, donde también es posible adquirir sus vinos.
Durante nuestras visitas intentamos visitar algunas de sus bodegas centenarias, pero curiosamente en verano cuando más difícil es visitarlas, ya que según nos dijeron quien va a venir a Montilla en verano con el calor que hace.
Bodegas AlvearAlargando un día más nuestra estancia pudimos visitar la Bodega Alvear (ir a Montilla sin ver esta bodega era absurdo). Fundada en 1729, Alvear es una de las bodegas de mayor prestigio internacional de Andalucía, y una de las más antiguas de Andalucía y la segunda de España.
Si has visitado varias bodegas de vino, te sorprenderá ya que el proceso de elaboración de los vinos con la variedad Pedro Ximénez de finos, olorosos y amontillados; es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados. Por lo que le hace una visita muy recomendable para entender el proceso de elaboración del vino en velo de flor.
Bodegas Cruz CondeTambién intentamos visitar las Bodegas Cruz Conde, pero las dos personas que organizaban la visita se encontraban de vacaciones. Por suerte pudimos visitar su tienda y adquirir algunos de sus vinos. Curiosamente se han diversificado y elaboran vermut, licores y toda clase de bebidas alcohólicas. Nosotros aprovechamos para coger su vino fino con sabor a naranja, licor de arroz con leche y licor de piononos; todos buenísimos no duraron muchos días en casa.
Nuestro viaje no dio para más pero os recomendamos visitar también alguno de sus lagares, almazaras e incluso tonelerías para completar tu experiencia en Montilla.
Más información
Web turismo: https://www.montillaturismo.es
Dónde comer en Montilla
La taberna Bolero (Calle Fuente Álamo, 9) y El Nuevo Barril de Oro (Avenida Andalucía, 26) son una apuesta segura para tapear en Montilla y disfrutar de la gastronomía local. Si quiere un restaurante para disfrutar de la esencia de la cocina andaluza el ideal es el restaurante Las Camachas (Avenida de Europa, 3).
Dónde dormir en Montilla
Si quiere disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer Montilla, aquí tiene los mejores alojamientos de la ciudad: