Revista Diario

Que viene el coco‏

Por Sandra @sandraferrerv
Que viene el coco‏En uno de los inmortales Caprichos de Goya que custodia desde hace siglos el Museo del Prado, vemos en un espacio oscuro a una madre protegiendo a sus hijos de un personaje siniestro. El título del Capricho, catalogado con el Nº3 es de lo más elocuente: Que viene el coco. Junto a él, la pinacoteca española adjunta una explicación de lo más ilustrativa: Abuso funesto de la primera educación. Hacer que un niño tenga más miedo al Coco que a su padre y obligarle a temer lo que no existe.Ya entonces, el gran artista de Fuendetodos denunciaba semejante práctica "educativa".Esta es la versión artística de una nefasta tradición que ha llegado hasta nosotros con la horrible canción de cuna que todos conocemos: Duérmete niño / Duérmete ya / Que viene el coco / Y te comerá.Asustar a los niños para conseguir nuestro propio fin es algo de lo más terrible pero que, parece ser, hemos heredado de nuestros ancestros. Si Goya lo inmortalizó en sus Caprichos es probable que fuera una tradición aún más antigua. Ese personaje, el Coco, tremendamente desagradable y desafortunado, fue creado para asustar a los niños que no querían irse a dormir. Me parece terrible que se amenace a los niños con cosas que encima no existen. Además, si la noche ya es de por sí un momento crítico para los pequeños, lo que habría que hacer es buscar otras maneras de mostrar esa hora de la jornada como algo agradable y no ahondar en la angustia que provoca ver como el sol se esconde y uno, que no levanta ni tres palmos del suelo ha de enfrentarse a largas horas de ausencia de luz y de ausencia de los brazos protectores de mamá. Yo sufrí miedos nocturnos que tardé mucho tiempo en superar y os aseguro que lo último que necesitaba eran "inputs" negativos relacionados con las horas nocturnas. Ni que decir tiene que nunca canté a mis hijos la nana del coco de marras.

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