Revista Viajes

¿Qué viene el monzón!

Por Bbecares
mayo 28, 2013

Supongo que todos habréis oído hablar de las lluvias monzónicas. Esas que se estilan por Asia y son tan buenas para los cultivos de arroz, comida básica por esta zona.

Pues yo, además de haberlo oído (qué truenos), lo he sentido y hasta me ha empapado.

Esperando en un puesto de comida callejera a que se acabe la lluvia

Esperando en un puesto de comida callejera a que se acabe la lluvia, que entra por los agujeros

En muchos países del sureste asiático hay dos estaciones: la de lluvia y la seca. Nada de primavera, verano, otoño, invierno, olvidáos de eso, que es muy europeo y de algunas regiones más  (también en Hanoi hay cuatro estaciones), pero no se aplica a todo el mundo. Aquí (cuando digo aquí me refiero a Tailandia, Camboya, sur de Vietnam, Laos) hay calor todo el año y en unos meses llueve a cántaros y en otros meses casi no llueve.

Y coincide que la época de lluvias es en nuestros meses españoles de verano. De mayo a octubre, siendo a partir de agosto más fuertes. Esto es una advertencia para toda la gente que me está pidiendo consejo sobre Tailandia. Si podéis venir en febrero o marzo, pues mejor. Pasáis un poco del frío europeo y disfrutáis del calor de aquí y sin lluvias.

En Malasia parece ser que tiene lluvias regulares todo el año, siendo más fuertes en la costa oeste, de agosto a noviembre y en la costa este, de diciembre a febrero. Así que el mejor momento para visitar el país es entre marzo y julio.

Para viajar en nuestro verano es mejor a Indonesia, donde la temporada de lluvias tiene lugar entre octubre y abril.

Dicho toda esta información, también os digo que, por lo que he visto hasta ahora, las lluvias monzónicas sólo caen durante la noche o a primera hora de la mañana. Nunca he visto en estos meses una lluvia monzónica durante el día. Pero, también os digo, que por la noche puede ser cuando aún son las 8 y andas de paseo por la ciudad y, de repente, tras dos truenos grandiosos, empieza a llover, literalmente, a cántaros y te empapas en medio minuto como no te puedas proteger.

Y yo, que soy asturiana y que sé lo que son las lluvias, os prometo que nunca había visto nada como esto. Incluso los truenos me dejan alucinada. Un día, durmiendo en un bungalow de madera en Koh Phi Phi, hasta llegué a pasar miedo.

El monzón tiene algo muy bueno, no sólo para que la gente del campo pueda alimentarse, sino porque enfría ligeramente la temperatura y vuelve a dejarte respirar cuando el calor te está ahogando.

Todo esto viene porque hoy nos pilló el monzón. Estaba con una amiga cenando en un bar de comida callejera, los mejores lugares del mundo para comer tras nuestras sidrerías asturianas, en mi opinión (un día ya hablaremos del tema). Normalmente, las mesas puestas suelen estar a la intemperie porque el clima así lo pide, pero coincidió que hoy estábamos en un lugar con techo de plástico y empezó a llover, esta vez sin ni siquiera avisar.

Lo bueno del monzón es que hay veces que tras 10 minutos de caer jarros de agua a la tierra, te deja un pequeño respiro, momento en que conseguimos llegar al coche para volver a casa.

Lo más gracioso del momento, fue el cubo que pusieron para recoger el agua (aquí tienen la buena costumbre de aprovechar mucho el agua, para usarlo para echar al baño en vez de la cisterna, normalmente):

¿No se os hace raro este cubo para recoger agua?

¿No se os hace raro este cubo para recoger el agua que entra por un agujero del plástico que nos cubre?


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