Los rusos ya no son "rojos"... pero siguen siendo rusos. Vinieron durante los años de la "Guerra Fría", en formato "Pacto de Varsovia", con su partido comunista, sus cientos de espías, sus miles de tanques, millones de soldados y cientos de misiles... pero nunca llegaron. Pero bien que nos asustaron.
Crearon países satélites en Europa, regalaron misiles a Cuba, ocuparon Afganistán, se pasearon por África y soñaron con Asia. Tanto empeño para al final inventarse la Perestroika, reformar la economía, privatizar el país y desmantelar la Unión Soviética.
Los rusos ya tenían nuevos ricos y mafias como cualquier país democrático que se precie. Tenían democracia, presidente y parlamento. Y además de muchos obreros, tenían inflación, desempleo, pobreza, prostitución y delincuencia. Los rusos... ya eran "Uno de los nuestros".
Pero seguimos siendo recelosos con los rusos, a pesar de ser "Uno de los nuestros". Ahora nos envían a Putin, dinero y hackers para desestabilizarnos. "Rojos" o "azules", estos rusos siguen siendo un buen recurso para atemorizar, alarmar y culpabilizar. ¡Mama, qué vienen los rusos... otra vez!.
