Revista Viajes
Praga es la capital de la República Checa y la ciudad más importante de ese país; le sigue Brno en nivel de importancia y hasta allá fuimos para descubrir que es una ciudad encantadora, con bonita arquitectura y tranquilidad.
En el centro de Brno, una enorme plaza es el punto de encuentro, desde dónde puedes tomar camino para visitar muchos de sus atractivos, además de que ahí hay buena cantidad de restaurantes y cafeterías abiertas desde muy temprano hasta bastante tarde, así como algunas tiendas y boutiques.
Por otra parte, desde Brno de pueden hacer excursiones de un solo día para visitar las muy interesantes cercanías, donde hay pueblos, viñedos y palacios, pero de esto les contaré en otra ocasión. Por el momento les comparto qué ver y visitar en Brno, en la hermosa República Checa.
Fortaleza y castillo de Špilberk. Fue una prisión, pero hoy en día es un museo. Fue un castillo real y después, la prisión más aterradora de Europa durante la monarquía austriaca. En la actualidad es el Museo de la Ciudad de Brno y alberga a innumerables eventos culturales todo el año. Te recomiendo entrar a la “botica”, que es en la actualidad la tienda de regalos pero aún están ahí los estantes y frascos propios de su antiguo objetivo.
Villa Tugendhat. Es el gran orgullo de la ciudad, fue construida por el arquitecto alemán Mies Van der Rohe y está incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Está villa fue propiedad de Grete y Fritz Tugendha, de ahí proviene su nombre. Cuenta con muchos atributos muy adelantados para su época, además de que los materiales con que fue hecha son de los mejores del mundo. Cuentan que los Tugendhat habitaron esta villa a partir de 1930, pero tan sólo 8 años después, la tuvieron qué abandonar, por ser judíos. Se fueron del país y jamás regresaron. Esta villa fue confiscada la Gestapo y luego se convirtió en un bien público. Sólo se puede entrar en visita guiada, que se hace en varios idiomas (no en español), no se permite tomar fotografías y como dato curioso les platico que en su comedor fue firmada la disolución de Checoslovaquía, para convertirse en República Checa y Eslovaquia.
Catedral gótica de San Pablo y San Pedro. Un nombre bastante largo y también extraño (al menos para mí), el hecho de que esta iglesia esté dedicada a dos santos. Se encuentra en la colina de Petrov y además de ser muy bonita, es protagonista de varias leyendas. La más curiosa es la razón por la que hasta el día de hoy, toca las campanadas del medio día a las 11 en punto. Cuentan que durante la Guerra de los Treinta Años, Brno fue sitiada. Un día, el general sueco al mando juró que si no conseguía conquistar la ciudad antes de que sonaran las campanadas de las 12, se marcharía. Al saber eso, los habitantes de Brno decidieron adelantar las campanadas una hora para engañar al general. Resultó su engaño, sonaron las campanas a las 11 y el general se marcho por no haber logrado su objetivo. Entonces, cuando estés en Brno recuerda que al sonar las campanas de las 12, en realidad son las 11 am. Cuando la visites, pon especial atención a la belleza de la Capilla de la Anunciación del Señor.
Plaza de la Libertad. Plaza principal y central de la ciudad. Sin buscarla, llegarás a ella y te recomiendo sentarte en alguna de sus cafeterías a tomar un café, una cerveza o vino local, y contemplar la belleza de sus edificios. Además del ambiente cordial y ameno, en esta plaza hay varios monumentos y quizá el más importante es la Columna de la Peste, erigida en 1679. En lo personal, la que más llamó mi atención fue la llamada Casa de los Cuatro Atlantes, y te será fácil encontrarla porque tiene enormes estatuas en su fachada.
Teatros. Hay varios recintos en la ciudad, pero entre los más importantes y bellos están, el Teatro Reduta, que se encuentra en el corazón de la ciudad, es el teatro más antiguo de Europa Central y ahí tocó Wolfgang Amadeus Mozart cuando era niño; y el Teatro Mahen, que fue el primer teatro en el mundo en ser iluminado con focos y por ello, hay una monumento frente a él, con bombillas.
Osario. Al igual que en Kutna Hora, en Brno hay un osario. Está bajo la Iglesia de Santiago y es una mezcla de modernidad con el recuerdo del pasado. Los esqueletos de unos 40 mil muertos son hoy una muestra museística que se puede visitar. Es interesante (no le puedo llamar bonito), aunque no llega a ser tan impresionante como su similar en Kutna Hora.
Ayuntamiento Viejo. Este edificio también tiene sus leyendas y curiosidades, pero más allá de eso, es un punto ideal para obtener vistas desde las alturas, de la ciudad. Se puede subir a su torre y desde allá apreciarás las cercanías y todo el centro del muy bonito Brno.
¿Por qué visitar a Brno?
Las distancias en República Checa son cortas, así que en autobús llegarás a Brno desde Praga en poco más de 2 horas. Esta ciudad es linda, tranquila y mucho más barata que la capital del país. Hay infinidad de sitios para visitar en las cercanías, así que puedes tomarla como base para recorridos diarios y por las tardes aprovechar para disfrutar de su belleza, buena cerveza y vino.