Revista Maternidad
A Julieta Stauber, que me regalo mucho más que una frase
Que vuelva la voz a las lobas que se quedaron afónicas en el miedo*
Que retorne la voz de las entrañas, la que hemos dormido para poder ser buenas y aptas. Que el amor regrese al útero, allí donde se hace posible la vida y se terminen los miedos, las represiones y abandonos en nombre del "es por tu bien".
Que se acaben los patéticos modelos, remedos de hembra, mujer, madre y amante que nos mutilan y empobrecen; que regrese la libertad de ser mujer completa, de ser hembra mamífera y sexual y de un paso atrás la jaula de la virginal princesa, la costilla del hombre, la puta marginada; que retornen las hembras hechas mujeres y se retiren las frígidas mujeres hechas hombres
Que regrese del exilio el amor complaciente y den un paso atrás los amores que matan y los que duelen; que florezca la pareja simbiótica, la díada madre-criatura, y se extinga el mito de la media naranja, que para ser completos solo nos falta la certeza de haber vivido el amor sin condiciones ni excusas.
Que renazcan las brujas sabias, las que acunan, se brindan y nutren y se aparten la brujas mutiladas que poblan las infancias de pesadillas y las vidas de carencias.
Que crezca el calor de la tribu y el fuego que nos abraza, porque somos muchas y somos poderosas; que se levanten los puentes entre las islas a donde fuimos exiliadas y podamos re-encontranos para seguir tejiendo presentes y futuros soleados, danzando la vida, la alegría y la paz.
Que el bienestar de la vida nueva recupere su lugar como medio y fin, como centro y motor, porque todo esto lo hacemos posible en el instante que nos hacemos regazo disponible para nuestr*s hij*s y maternandol*s a ell*s, nos maternamos y maternamos al mundo
* frase de Julieta Stauber