Revista Cultura y Ocio
El desciframiento de una escritura antigua resulta factible si se conocen la escritura y el idioma o se dispone de información suplementaria en forma de inscripciones bilingües, como en el caso de la piedra Roseta que permitió descifrar los jeroglíficos egipcios. Sin embargo lo arqueólogos no siempre cuentan con estas fuentes, especialmente si se trata de civilizaciones que se extinguieron hace milenios, como la del valle del Indo, casi dos mil años anterior a la llegada de Alejandro Magno. En el caso de los etruscos, aunque conocemos los signos y muchos de los contextos en que se empleaban, ignoramos aun como leerlos. De las tres escrituras Cretenses solo se ha descifrado una y en parte, la llamada lineal B.Y del misterioso Disco de Phaistos no se ha logrado siquiera reconocer ninguno de sus 241 signos, formados en bandas espirales. Hay además muchas escrituras solo parcialmente descifradas como la escritura jeroglicas hititas, los glifos mayas, la lineal B ya mencionada e incluso algunos jeroglíficos egipcios