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Quedaos en la trinchera y luego corred de John Boyne

Publicado el 11 enero 2014 por Sassech @sassech
Quedaos en la trinchera y luego corred de John Boyne
Título: Quedaos en la trinchera y luego corredAutor: John BoyneEditorial: Nube de Tinta, 2013 Páginas: 254Idioma: Español
El 28 de julio de 1914 Alfie Summerfield cumplía cinco años. Ese mismo día estallaba la Primera Guerra Mundial.Han pasado cuatro años, y Alfie conoce todos los sinsabores de esta guerra interminable: vecinos que desaparecen, la tristeza y el cansancio reflejados en el rostro de su madre, los periódicos dando cuenta diaria de los fallecidos en la contienda...; pero, sobre todo, la angustia, la terrible angustia por no tener noticias de su padre. Al principio, llegaban animadas cartas desde el frente que, con el tiempo, fueron volviéndose inquietantemente sombrías y torturadas. Desde hace un año y medio, ni una sola línea.Por eso el día que Alfie descubra de una forma absolutamente casual dónde está su padre, decidirá ir a buscarlo, cueste lo que cueste...

Gracias a Nube de Tinta por el ejemplar. 
Quedaos en la trinchera y luego corred cuenta la historia de Alfie, un niño que su quinto cumpleaños coincide con el anuncio de Inglaterra yendo a la guerra contra Alemania en Julio de 1914. Esa noche, el padre de Alfie hace la promesa a su madre que no irá a la lucha, una promesa que no dura ni 24 horas. Cuatro años pasan y la gente todavía sigue diciendo que la guerra se terminará antes de Navidad, como han estado diciendo todos los años anteriores. Las cartas de su padre han parado de llegar y la madre de Alfie le dice que su padre no es capaz de escribir porque está en una misión secreta. Alfie teme lo peor y desea que su madre, su abuela o quien sea fuera sincero con él.
Sin el conocimiento de su madre, Alfie empezó a saltarse el colegido varios días a la semana para ayudar a conseguir ingresos extras limpiando botas en la estación de King's Cross. Un día, limpiando los zapatos de un doctor, las hojas de dicho doctor salen volando y al alcanzar unas cuantas, Alfie se da cuenta que el número asignado a su padre está en esas hojas, con el nombre de un hospital de Suffolk inscrito al principio. Así que pone en movimiento una serie de eventos en los que vemos a Alfie dirigiéndose al Sussex con la esperanza de encontrar a su padre y traerle de vuelta a casa, cualquiera que sea las consecuencias.
Hace muchos años que leí el libro de este mismo autor, El niño con el pijama de rayas. Y aún en día me sigo acordando y pensando sobre la novela. Creo sinceramente que ese fue el mejor libro del autora, aunque este también nos hace pensar, y se quedará en el recuerdo.
Me ha gustado mucho este libro, siempre tienen algo especial las historias de guerras contadas desde el punto de vista de los niños, pueden resultar incluso más duras que la de los mayores, porque reflejan la inocencia del desconocimiento y la poca comprensión de todo el horror que está pasando alrededor.
Este año es el centenario del aniversario del inicio de la Gran Guerra, así que no podría haber podido empezar el año con un libro que ocupa uno de los pocos hablados temas sobre los horrores de ese tiempo trágico: neurosis de guerra. En esa época, la condición no era entendible y tristemente muchos hombres fueron marcados como cobardes por sus reacciones a los horrores que habían experimentado en las trincheras, y en algunos casos los soldados fueron ejecutados por deserción por lo que les provocaba la neurosis de guerra. John Boyne escribe sobre esta enfermedad mental increíblemente bien: se niega a alejarse de las descripciones que puedan poner nerviosos a algunos lectores, pero de alguna manera se las arregla para añadir ternura a esas escenas que traerán lágrimas a muchos lectores, y su uso de Alfie como su personaje principal es la llave para esto.
Al igual que con su anterior libro que leí, John Boyne también logra imbuir a este con humor sutil, aunque nunca lo hace a la luz de la seriedad de los temas principales de los libros. Hay una escena en particular que me hizo gracia, cuando Alfie se encuentra limpiando los zapatos del Primer Ministro Británico, David Lloyd George, hablando con él sin tener ni idea de con quién está hablando.
En definitiva, me ha gustado mucho el libro. Es muy fácil de leer y se pasa en un suspiro, pero como las comparaciones son odiosas, creo que pude sentir más la historia de El niño con el pijama de rayas, por eso no le puedo poner la máxima puntuación.
Y sin habérmelo propuesto, he alcanzado mi primer reto del año, el leer un libro enmarcado en la Primera Guerra Mundial.
Quedaos en la trinchera y luego corred de John Boyne

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