Con el frío que tenemos estos días, no se si sera que se nos ha metido hasta los huesos, pero como que apetece quedarse metido en la cama. Camas que podrían ser entre nubes, o en las que las mantas añadan volumen y peso que no nos deje casi ni mover.
Hoy despedimos la semana con este dormitorio de colores neutros pero un carisma envolvente en el que apetece perderse.
Un espacio con paredes empapeladas con un delicado papel de nubes, que nos puede envolver y enamorar a partes iguales. Un aporte y protector de pared, que sirve de tal forma que evita poner un cabecero al uso, siendo este el encargado de proteger y dominar el espacio.
Y es que el papel lo protagoniza de tal manera que con este mismo acabado y case, se ha seguido empapelando hasta las puertas del armario, haciendo que en este caso, ni siquiera haya un elemento que llame o reste atención a este envolvente.
Quedarse en el dormitorio metido en la cama y resguardado del frío, es el perfecto paraíso para días de relax, frío y descanso. Así que no descuides este espacio, pues te hará descansar hasta con los ojos abiertos.
La intención ademas de sincera, austera y luminosa, lo que se ha querido es crear una atmósfera relajada llena de delicadeza y confort con el toque justo de materiales y contraste en el que apetece perderse en este dormitorio.
¿No creéis?