Estos días en los que la pesadumbre parece instalada entre la sociedad, permítanme presentarles a otros héroes. Quizá no salgan en los medios de comunicación. Nadie sale a los balcones de sus casas a aplaudirles, ni son reconocidos, pero están ahí todos los días. Hablo de Raúl, Jesús, Charo, Uge, los Juanjos, José Manuel, Miroslav, Julia... Son solo algunas personas sin hogar.Desde el sábado pasado deben quedarse en casa para evitar el contagio del Coronavirus. Pero ¿qué casa? Como todos ustedes sabrán, la palabra hogar procede de fuego. No es difícil pensar que en la prehistoria, alrededor del fuego, se obtenía calor, seguridad, se cocinaba, se ahuyentaba a los enemigos... Por tanto, un hogar no son cuatro paredes. Es el lugar donde nos sentimos seguros, queridos, calientes...Como dato curioso les contaré que este lunes algunos de ellos ni siquiera se habían enterado del actual estado de alarma. Otros, sin acceso a la tele, ni a la radio, ni a internet, no encuentran ningún sentido al famoso eslógan #QuédateEnCasa. ¿Dónde van a ir? Algunas de las personas que están en el centro de personas sin hogar donde trabajo me han confesado que a ellos les da igual contagiarse. ¿Qué tienen que perder? De poco valen los polideportivos repletos de camastros y demás ideas más o menos acertadas. Es imposible no contagiarse en esas condiciones. Por cierto, un aviso a los responsables. Poner colchonetas para las personas sin hogar es indigno. Pongan camas. No se va a arruinar el país por estas cosas. O utilicen los hoteles vacíos. Las personas sin hogar tienen derechos.
Todos mis amigos y familiares me llaman a la precaución por si me contagio. Todos me dicen que tenga cuidado. Nadie sabe dónde ha estado esta gente. Siempre expresado de forma peyorativa. Pero es justo al revés. Cuando estoy con ellos en el despacho, tomo todas las medidas de seguridad recomendadas, pero el peligro no son ellos. Soy yo. Sinceramente, no tengo miedo a contagiarme, lo que más me preocupa es ser yo el que los contagie a ellos. Yo estoy sano, pero ellos no. Muchos tienen algunas patologías añadidas, por lo que un contagio podría condenarlos. ¿Podría seguir trabajando con esa losa en mi conciencia?
Piensen.Sean buenos.
Hoy puede ser un buen día para elegir una canción que suba el ánimo de todos. Me insinúa el MONUMENTO que una buena opción puede ser Voy a pasármelo bien. Ya saben que no es mi grupo favorito ni de lejos, pero ¿quién puede negarle una canción? Con todos ustedes: ¡Hombres G!