Autor:
Yauci Manuel Fernández es de familia Cartagena, aunque nació en Santa Cruz de Tenerife en 1993. Posee un grado en Psicología. Durante dos años formó parte de la Asociación de Jóvenes Talentos Matemáticos del programa Estalmat Canarias y quedó finalista de la Olimpiada Matemática Canaria en el año 2007. Trabajó a lo largo de tres años como pintor de miniaturas, hasta que finalmente comenzó a interesarse por la escritura.
Tiene dos novelas publicadas antes de Cada día cuenta: El resurgir de la esperanza y La biblioteca de Emma, que supuso su despegue tanto en crítica como en ventas. Mi Opinión.- Me ha gustado. No es fácil leer o reseñar un libro, cuándo ya has leído libros anteriores del mismo autor, y estos te han enamorado, se te han colado en las entrañas, no es fácil no, porque tendemos, o por lo menos yo tiendo a comparar los anteriores con el nuevo y siempre quieres que el último te apasione más que aquellos. No es un libro apasionado ni mucho menos, a pesar de ser romántico, estamos ante un personaje indolente, y toda esa falta de energía, esa pasividad, dejadez, se transmite a lo largo de toda la narración. Cuántas veces si hubiera tenido a Manu delante mío le hubiera dado un collejón o una patada en los huevos para que despertase y viviese. ¿Qué significa esto? Que si Yauci trataba de transmitir esa apatía después de un gran trauma, esa soledad, ese no dejar escapar el pasado, no vivir el presente y no traicionar el amor, lo ha conseguido, el problema es que a mí la indolencia me repatea y por eso al compararlo con los anteriores me quedo con ellos. Como siempre me quito el sombrero ante la forma de escribir de Yauci, esa frescura, esa sencillez, esa facilidad de palabra, lenguaje sencillo, llano, fluido que hace que cojas el libro y te lo acabes en una mañana. En cuanto a personajes Manu es el que está mejor retratado, sin embargo no he llegado a sentirme cerca de Johanna, no he llegado a conocerla. A pesar de enmarcarla en el género romántico, por aquello de chico encuentra chica, creo que esto es algo más secundario, lo importante en Dos palabras para enamorarte es el salir del caparazón y vivir, ya sea contigo o sin ti, pero si tú estás ahí pues que mejor, y no será porque yo no ponga de mi parte. Porque la belleza siempre está en los ojos del que mira. Os dejo mis reseñas a la BIBLIOTECA DE ENMA. CADA DÍA CUENTA.