Revista Cultura y Ocio

Quejarse de vicio…

Publicado el 03 noviembre 2015 por Águeda Lorena García González @aguedlgg
Quejarse de vicio…

Una vez escribí sobre el periodo de abstinencia del amor... Hoy me doy cuenta que dicho período, puede ser largo de cojones.

Me gustaría creer que el tiempo todo lo cura (que a refranera no hay quién me gane) y que en algún momento todo volverá a ser como antes... Mentira, nada vuelve a ser como antes y mucho menos una misma.

Si le preguntáis a mis amigas os dirán que "eres muy joven y tienes todo el tiempo del mundo para enamorarte"

Obvio...tengo toda la vida por delante para enamorarme y desenamorarme, engancharme y desengancharme, reír y llorar, amar y sufrir... Pero no quiero pasar por eso.

Ahora me pregunto si realmente quiero... Quiero y no puedo o mejor dicho: Puedo y no me da la gana.

Quejarse de vicio…

Yo creía que ya había transcurrido el tiempo suficiente para estar mejor y para ver la vida con otra perspectiva. El tiempo ha pasado y yo veo las cosas con la perspectiva de " single" treintañaera que oye, es mona y simpática, seguro que ofertas no le faltan (NO, NO FALTAN)

El problema que tenemos muchos y muchas llegados a este punto en el que ya no puedes hacerte la tonta (ni quieres) porque hay cosas que si las pasas por alto te pasarán factura... Pues resulta que ahora, ya no te conformas con nada.

Joder, me he convertido en esa clase de personas que tanto criticaba ¡Maldita soberbia! Y ahora resulta que la chica rubita abandonada ¡No quiere ser princesa! No quiero príncipe, no quiero castillo... ni blanco corcel, ni planchar cuellos de camisa, ni aguantar las mentiras y las caras largas de algún otro idiota que se meta en mi vida...

Ahora resulta que entiendo a todos esos divorciados que con heridas cicatrizadas o en proceso de recuperación van única y exclusivamente a vivir el momento... Yo no confío en mí ¿Cómo leches podría fiarme de alguien?

No confío en mí porque pensé que sabía lo que quería y resulta que no tengo la más remota idea... Que sé que no quiero a uno cualquiera...sí... pero tampoco quiero nada con nadie...Y ya da igual lo que te ofrezcan.

Antes me quejaba de los hombres Peter Pan que con 40 años vivían una eterna juventud... y ahora pienso ¿Por qué iban a querer complicarse la vida? ¿Ofrecemos algo nosotras que merezca la pena? La verdad, nos quejamos de vicio.

Quejarse de vicio…

No ofrecemos amor, porque ahora sólo se ofrece sexo, ni ofrecemos fidelidad porque sabemos que a la media hora de estar contigo ¡Ya están con otra! (esto a veces pasa) y no ofrecemos cariño porque no hay cariño hacia alguien que mañana te deja, no ofrecemos nada... (No se puede dar lo que uno no tiene... si no tienes confianza en el otro es imposible que el otro la tenga).

Y así es como me encuentro ahora... perdida.

Si hablamos de lo que ofrece hoy el mercado del amor (amor cuando quieren decir sexo...seamos claritos) soy consciente de que no me interesa. No me interesa coleccionar amantes y hacer el 31 de Diciembre un calendario con las fotos de los " que hayan podido pasar este 2015 por mi vida.

No quiero esas mañanas en las que te despiertas y piensas ¿Qué hace éste aquí? No las quiero, no me interesan, no me sientan bien. A mí, no me compensan.

No quiero tampoco esas noches desenfrenadas en las que "vivir el momento" es la única máxima y si el momento vivido es malo...No merece la pena.

Ahora bien, ¿Y si el momento vivido es la pera limonera? Entonces... Es aún peor.

Porque cuando el momento es malo, al final pasas página y te olvidas, pero si el momento es mágico y has tocado ese cielo (sexual) con las manos.... ¡A ver quién coño quiere bajarse de la nubecita!

Decía una amiga que llegó a encontrar un compañero de esos que aparecen una vez cada "Nosécuantas" noches locas... "Siento que me han quitado mi juguete"... La verdad es que como juguete no estaba mal la cosa... Aunque yo siempre he creído que por ambas partes hubo algo más que juego.

Lo dicho, quejarse de vicio: Si no tienes pareja y estás sola te quejas, si sólo encuentras hombres de una noche te quejas... (Y si por encima te ha salido rana ni te cuento) y si encuentras a un "Juguete" que sabe entenderte y te hace subir a la nubecita esa... Entonces te quejas.

Te quejas porque tampoco quieres dejar de jugar y al final todo se acaba y como dice otra amiga "La química también se quema" y cuando a uno de los dos se le acaba la química resulta que te quedas tirada en la nube sin que ningún otro hombre pueda hacerte bajar de ella.

Quejarse de vicio…

Cuando conoces al mal amante te das cuenta... Pero si conoces al bueno ¡Te suenan todas las alarmas internas!

Con lo cual yo... La Rubita gallega, me pregunto si al final quiero todo o no quiero nada. Si no quiero un amante de una noche, pero tampoco quiero amor verdadero (básicamente porque no me lo creería...jajaja)

Si es mejor tener un mal amante que total no lo vas a echar de menos cuando falte...o si es mejor tener uno de los buenos que cuando agote sus cartuchos te deje más pillada que ONE DIRECTION a una adolescente....(y mira que ya es decir).

El caso es quejarse, al menos así parece que vivo, parece que amo, que siento .... Quejarse de vicio aunque no quede más remedio que quejarse, antes que asumir que todavía estoy en ese camino largo que acompaña a mi duelo.


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