Si sientes que el verano está cada vez más cerca y tus lorzas no te van a caber en tu bañador del año pasado; si sabes que necesitas hacer ejercicio, pero te cuesta empezar, hay una solución. Si la frustración crece fuerte en ti, no te deshagas aún de ella, porque vas a aprender a canalizarla. Tan solo golpeando repetida y contínuamente la pared con su cabeza durante una hora, perderá nada más y nada menos que 150 calorías, el equivalente a dos o tres galletas Oreo.
El National Enquirer publicó el dato el 15 de julio de 1986, en su volumen 60, número 50. Dada la calidad del tabloide, bien podría haberse inventado el dato como estrategia para conseguir lectores a medio y largo plazo. Aunque no he podido encontrar una captura del texto original, lo dicho en un artículo del año siguiente refleja que probablemente el texto era tal y como lo conocemos, ya que refleja la falta de especificaciones: ¿Cuál es el ritmo de cabezazos necesario? ¿De qué tipo de pared estamos hablando? ¿Quién lo investigó? ¿Cuántos participaron en el experimento? ¿Había hombres y mujeres? ¿Todos en la misma habitación? ¿Recibió el estudio una subvención federal?
Tampoco he encontrado ningún artículo, ni anterior ni posterior al del National Enquirer, que haya puesto a prueba esta afirmación. No creo que sea tan difícil obtener voluntarios de todas las edades para golpearse al menos durante una hora con paredes de madera, ladrillo, piedra o con gotelé. No es como si después fueran a recordar qué hacían allí. Aunque he encontrado cientos de artículos sobre el "headbanging", típico movimiento de cabeza visto en rock, punk y heavy metal que podría ser similar al de un participante entusiasta, todos se centraban en lesiones de seguidores de estos géneros musicales y movimientos estereotípicos. Lo único extraíble de esto es que quien lo diera todo en la noble práctica de darse cabezazos contra la pared, además de las probables lesiones cerebrales permanentes, tendría riesgo de aneurismas de la arteria vertebral y hemorragias subdurales.
Aunque la realidad pueda parecer decepcionante, como cuando descubrimos que el orgasmo del cerdo no era para tanto, ahora sabemos que probablemente esa afirmación no tenga respaldo científico. Pero, ¿y si fuera cierta? Un día completo de actividad se podrían convertir en 3 600 calorías quemadas. Aún parando a dormir 8 horas, nos quedaríamos en 2 400 calorías menos. Imagina el peso que podrías perder de mantenerla. Además, tu cuello se fortalecería y tras unos meses puede que incluso te dejase de doler la cabeza. En el futuro los gimnasios podrían hacer sesiones de grupo a ritmo de Another brick on the wall.
Fuente
- McDonald, D. (1987). ENQUIRER Stories Worth Thinking About. ETC: A Review of General Semantics, 392-394.
- Movie Collectibles Online. (n.d.). 7/15/1986 National Enquirer. [online] Available at: https://www.moviecollectiblesonline.com/detail.html?user_input=national_enquirer_7_15_86 [Accessed 8 Apr. 2019].
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