Una distopía cercana en la que Humanidad amanece a una nueva sociedad más cruel y también más pura
Algo ha sucedido en la Tierra. Una catástrofe mundial (se dan pistas de una pandemia) a la que llaman "el mal" ha provocado que las personas salgan a las puertas de sus casas a quemar sus pertenencias. Hay muchas víctimas, la comida escasea, hay poco agua potable y la Humanidad debe regresar de nuevo a la era Paleolítica. Se crea un nuevo tipo de sociedad, en la que los marginados, los tullidos y los marcados por la enfermedad pasan a un primer plano. Los más hábiles cazando o traicionando a los demás serán los que sobrevivan. Quema (Editorial Catedral) es una magnífica novela que resulta inquietante por lo que tiene de cierto y que nos recuerda a otros grandes del género, como La Carretera, de Cormac McCarthy. También tiene ecos de otras series de ficción, como Walking Dead o The Leftovers.
En cualquier caso, el libro de Ariadna Castellarnau va más allá. Es una novela, sí, pero también puede considerarse una serie de relatos que giran sobre un nexo común. Sin concesiones, con un estilo crudo y algo seco en ocasiones, el mérito de la escritora radica en mostrarnos con total desapego un paisaje de ciencia ficción, que sin embargo, podríamos encontrar en apenas unos años. Por sus páginas desfilan todo tipo de personales: algunos son mezquinos, otros son desprendidos y otros desconfiados. Pero lo que les une a todos es que son supervivientes en un mundo desquiciado que podría ser el nuestro.