Laritza
No me regales más nada. Déjame ganármelo yo.
Buena Fe
Por: Darío Alejandro Escobar
Laritza Limia es una muchacha intensa, un poco hiperquinética, que parece una hormiga brava, por el carácter y por su manera de trabajar. Estudiante de cuarto año de Ciencias de la Computación, puede desafiar a muchos en ciencias sociales con su oralidad. Habla rápido, con seguridad y con ideas muy claras sobre lo que quiere decir. No le gustan que le “den vueltas” a los asuntos. Laritza o Lari, como la llaman sus íntimos, fue la delegada elegida en sesión plenaria por los delegados del congreso de la Federación de Estudiantes Universitarios de la Universidad de la Habana. Ella asistirá, junto al Presidente de la FEU y dos delegados directos, al Congreso Nacional para decidir, en un momento muy sensible del país, el futuro de la organización.
¿Cuál es tu idea de la FEU?
Pero… ¿la idea en qué sentido? Te puedo hablar como delegada al congreso, como lo que yo quisiera que fuera, y lo que estoy dispuesta y estoy aquí para que algún día ojalá sea y lo que creo que es. Lo que creo que es yo sé que a mucha gente no le va a gustar que lo diga, incluyendo gente que siente que yo no soy la que debe ir como delegada al congreso.
Mira, nunca lo he dicho en una entrevista, lo he dicho en marcos más cerrados pero bueno, de los cinco participantes en el congreso, un invitado y cuatro delegados, tres piensan de una manera y yo pienso de otra y lamentablemente yo te garantizo que cuando lleguemos al Congreso Nacional, de los que vamos a estar ahí, de los doscientos y pico entre delegados e invitados, la mayoría va a pensar como esos tres de la universidad y la minoría como pienso yo. Entonces hay mucha gente que ve la FEU de una manera y quisiera que siguiera así, pero yo veo la FEU de otra manera y no quisiera que fuera como es la FEU actual.
¿Y qué tendría esa FEU que tú quisieras?
Lo primero que yo te diría es que la FEU no debería ser una organización de masas.
¿No lo debería ser?
No sé si no lo debería ser, a lo mejor si uno logra que la organización funcione… No creo que deba ser tan selecta como otras organizaciones sumamente jerárquicas pero lo que sucede es que hoy los estudiantes piensan que la entrada es automática y sencillamente lo único que hace que ellos formen parte de la FEU es el carné que le dan en primer año de la universidad, pero en mi opinión no son parte de la FEU realmente.
¿Cuánto te preocupa ser la de pensamiento diferente?
A mí claro que me preocupa, y lo digo en cualquier lugar, cuando hay un concepto generalizado y que todo el mundo defiende como bandera, la realidad ha demostrado que quien va en contra, tiene las de perder.
¿Y cuál es tu postura con eso?
Yo me voy a mantener en mi posición, no puedo defender algo en lo que no creo, no me lo pidas. Puede ser que si estamos en el mismo lado y considero que eres una persona que has trabajado por algo, que te has sacrificado por algo, y en un momento determinado algo que no comparto, pero he visto que le has puesto empeño, en cualquier cosa de la vida, estamos hablando de un proyecto, yo no hablaría en tu contra si considero que has hecho un trabajo, pero no lo comparto. Yo no hablaría en tu contra pero tampoco me pidas que te defienda, porque si no comparto tu causa no la voy a defender.
¿Estás contenta con el resultado del congreso de la Universidad de La Habana?
A mí me gustó el congreso, hay mucha gente que dice que no le gustó, pero me gustó porque pude compartir muchas experiencias con estudiantes de otras facultades a las que me costaba trabajo llegar. Claro que hubo cosas que no me gustaron, pero en general me gustó sobre todo porque me sirvió para convencerme de cosas que yo creía de los estudiantes de la universidad, que la gente decía que no y me di cuenta de que era como yo creía, porque la gente en su mayoría no tuvo miedo a decir lo que pensaba. Algunos dicen “a la gente no le gusta hablar en los lugares públicos”, nunca me pareció eso; el que no tiene miedo a decir lo que piensa en los lugares públicos lo va a decir.
¿Para ti cuál es la impronta del Congreso de la Universidad de la Habana?
Es difícil porque el Congreso en papel no fue el mejor, y alguien algún día me va a explicar por qué los demás que he visto se televisaron y el mío no. A mí me llama la atención que fue el único que no se televisó.
Me llevo muchas cosas y ojalá el Congreso Nacional sea mejor, yo confío mucho en el mejoramiento humano, no quiero pensar que no se va a resolver nada porque si todo el mundo pensar así, entonces no resolveríamos nada. Yo quiero pensar en que se va a resolver y voy a tratar de que se resuelva y si no, bueno… nos decepcionaremos, pero hay que ir pensando en que sí, que se va a resolver algo.
¿Qué pasa? El estudiante de la brigada mía que no fue al Congreso y no le queda más remedio que leer las relatorías de esas comisiones y está muy incipiente, para todo lo que se discutió y todo lo que se habló y todo lo que realmente la gente quiso que saliera a la luz, cuando lea la relatoría, que es lo único que puede hacer, porque no queda más nada del Congreso excepto por la actas que se redactan y después mandan a la FEU nacional o provincial, entonces queda insuficiente.
¿Crees que fue casualidad que no se televisara?
Yo no creo en las casualidades. Tienen que suceder demasiadas casualidades para creer en ellas. Me llama la atención que todos los demás se televisaron y este no, y digo televisaron entendido como algún reportaje en algún canal, en algún espacio, no necesariamente en el noticiero, sino en Buenos Días, o en la revista estudiantil del sábado.
¿Consideras que hay facciones conservadoras entre los estudiantes cubanos?
Pienso que sí, lo que sucede es que se han formado, se han creado y los han adoctrinado de esa forma. Si a usted desde chiquitico le dicen que le tengas miedo al coco, entonces le tendrás miedo al coco, si cuando vas creciendo te dicen que no debes hablar de “ciertas cosas”, lo que va a pasar es que evidentemente usted no hablará de estas cosas…
¿Tú le tienes miedo al coco?
Nooo (risas)
¿Qué pasa contigo entonces?
El problema es que no todos son así, y son pocos, pocos con respecto a la masa, pero somos un “poco” considerable. Por ejemplo en la UH somos 8000, pero a la gente que le duele, a la que le importa, más o menos no pasa de 500, te lo digo yo que estudio matemáticas, por ahí está esa cifra.
¿Cuál es la ganancia de que esas facciones conservadoras se manifiesten en público y no solo en reuniones cerradas?
Es complicado, te contaré una anécdota: cuando salimos de la plenaria, el consejo de la FEU se reunió a puertas cerradas y aquello fue de horror y espanto, porque dentro del mismo consejo hay personas que no comparten la misma opinión, como es lógico. El problema está en que hay dirigentes de facultades que no comparten las opiniones de la mayoría de los estudiantes de esa facultad. Eso crea un problema de representatividad, y yo respeto todos los criterios, no creo que sea justo reprimir o reprocharle a esa persona, porque todos nos hemos formado de manera diferente y por ejemplo hay algunos que no le tienen miedo a nada y otros que se cuidan demasiad. También las condiciones de la propia universidad han determinado que suceda así, porque hay facultades en esta universidad, que por bueno o por malo, tienen un consejo de dirección o tienen una UJC que funciona de manera tan eficiente que opaca o que se apropia del trabajo de la FEU, convierten a los dirigentes de la FEU de esas facultades en personas que transmiten información, no que generan, sino que transmiten información.
¿Cuáles son tus expectativas reales con el congreso de la FEU?
Yo quisiera, y lo voy a intentar, que de aquí a un año pudiéramos decir que el congreso se propuso esto y se logró que cambiara. Quisiera que eso realmente pudiera pasar, cuando se toman acuerdos u otras decisiones, se quedan mucho tiempo así en el aire y entonces se concretan cuando ya casi al que se le ocurrió tomar el acuerdo se graduó o está al graduarse. Eso pesa mucho, también propiciado por el hecho que de que en la Universidad no hay estabilidad con los dirigentes. A lo mejor tú fuiste dirigente el año pasado, después te fuiste de la Universidad, y el estudiante que viene a dirigir después de ti no tiene ni la menor idea de lo que tú querías hacer, y entonces no se pueden dar seguimientos. Es importante trazar planes y tratar de cumplirlos, porque entonces las cosas se pierden por el camino. Quisiera que, aunque no todo, porque estoy casi segura de que menos de la mitad de la cosas que se intentarán cambiar para el curso que viene no estarán listas, si por lo menos la mitad se lograran, entonces eso sería un motivo de realización personal.
¿Cuál es tu principal preocupación con la FEU?
¿Con la FEU de Cuba o con la UH? Porque son diferentes…
Con las dos, primero una y después la otra.
De la FEU de Cuba me preocupa que mucha gente no está identificada con ella y creo que no le interesa identificarse. No es que vayan en contra sino que no les interesa si hay FEU o si no hay FEU, si mañana hay otra cosa, no les interesa y también hay gente que se va, que se le acaba el tiempo, y después se pierde y nunca más sabes de él. Es muy difícil darle mantenimiento a una estructura tan complicada.
De la FEU de la UH veo el panorama más difícil todavía. Hay un serio problema de voluntariedad para ocupar cargos en la FEU, y se da aquí en el secretariado por ejemplo, ahora mismo: del secretariado de la Universidad que salió en boleta, desde el principio hubo como cuatro que nunca estuvieron, tres o cuatro más que están en quinto año y ya terminan, tres más que están en cuarto, entonces todo el secretariado es de cuarto y quinto, uno de segundo, uno de tercero, después no queda nadie que defienda un poco lo que tú intentaste hacer, lo veo critico de verdad. Hay mucha gente que llega a la Universidad y piensa que la FEU no resuelve nada, pero si no hay nadie que intente resolver, entonces sí nunca se resolverá nada, porque es importante levantar la mano, a lo mejor no resuelvo nada, pero por lo menos la gente sabe que no estoy de acuerdo con eso.
¿Crees que la FEU de la Universidad de la Habana conserva la estela de rebeldía que tuvo alguna vez?
Creo que no, por el antecedente histórico de la FEU de la Universidad de la Habana, pienso que algunos sienten que nosotros somos más importantes que las demás Universidades, por toda la historia que hay detrás. Pero más allá de eso no creo que se sientan identificados con esa estela. Ellos a veces responden por algo que la mayoría ni sabe cómo fue que pasó, y en muchos lugares cuando la gente se va a referir a la UH, hablan de ella como la más grande y la más importante. El problema es que no es ni la más grande del país y es de las más importantes porque está en la capital, pero lo que quiero decir es que a veces nos acomodamos en ese argumento para pensar que somos mejores, pero no por el valor que debiéramos darle, ni por lo que alguna vez se pensó que iba a ser la UH. No comparto esa opinión y creo que está mal porque a veces eso da una mala impresión y con respecto a la rebeldía sucede también que mucha gente es rebelde hasta que pasa a dirigir, porque cuando comienzan a dirigir y sucede lo que te contaba ahorita de las instituciones y otras organizaciones políticas, que “trabajan” con esas personas, entonces se desvanecen, se desaparecen los valores que tuvieron hasta ahí y que no corresponden a lo que alguna vez fueron. He visto muchas veces eso en la universidad, muchas veces.
Los acuerdos del congreso de la FEU, en mi opinión son muy ambiciosos, y bastante acordes con la realidad que vive la FEU de la Universidad de la Habana por lo menos. Sin embargo, algunas personas consideran que los acuerdos no son lo que se le llama en el lenguaje burocrático “políticamente correctos”. Estoy hablando de la asistencia libre a clases, la separación de organizaciones políticas con serios problemas de participación, los acuerdos sobre mecanismo autónomo económico… en fin, ¿Qué opinas sobre esos acuerdos y qué posibilidades tienen de ser aprobados?
Sé que por lo menos se van a discutir, por lo menos en la comisión que yo esté diré todo lo que debe cambiar, aunque no sea de mi comisión, porque no puedo garantizar que la persona que esté en la otra comisión vaya a defender lo que yo creo. También considero que son ambiciosos porque ha pasado mucho tiempo sin que cambien ni siquiera cositas pequeñas, entonces ya la gente quiere cambiar radicalmente. En mi facultad determinadas personas me dijeron que habíamos hecho mal el resumen porque había sido, entre otras cosas, “una rendición de cuentas”, porque no había sido que nosotros propusiéramos como cambiar desde la brigada, sino cambios a la macro estructura. El problema es que eso es lo que le interesa al estudiante, él ve que no puede cambiar su pedacito, él necesita cambiar todo de alguna manera para que empiece a funcionar, porque usted puede tener la brigada perfecta y la organización funcionar mal, pero aquí lo que te recalcan siempre es la brigada, y la brigada, no importan que haya una estructura grandísima que se dirija mal, no, eso no importa. Si tuviera la certeza de que esos acuerdos se van tomar en serio yo fuera muy feliz ahora mismo, pero realmente si te digo eso te miento. Quisiera ver cuál es la actitud y la opinión de los otros delegados porque eso es lo que me va a dar una idea de la probabilidad con la que esos acuerdos serán tomados en cuenta. Lo digo porque quisiera que al menos la mitad de las cosas que los estudiantes plantearon se pudieran concretar. Pero es complicado, porque si el congreso te dice incluso que sí, el problema está en cómo implementarlo. Sucede como con los lineamientos: a pesar de que quedaba al final muy bien escrito todo, cuesta trabajo entender cómo se va implementar de forma operativa con las instituciones el acuerdo aprobado. Por ejemplo, el acuerdo de la asistencia libre, si se aprueba, habrá que ver con el Ministerio de Educación Superior porque ellos son los que tiene regulado eso, y fíjate a lo mejor nos estamos equivocando y la asistencia libre es un desastre, y nosotros mismos después tenemos que enmendar, pero lo que queremos es cometer nuestros propios errores y nos quieren cuidar tanto para que no nos equivoquemos que es imposible a veces trabajar.
¿Cómo ves a la FEU dentro de diez años?
Yo quisiera que fuera una organización de vanguardia, no de masas, sino que los que estén sean los que quieran y trabajen por estar, porque si no se logra será menos de lo que lo que es ahora, si no logra encontrarse como organización y ser la vanguardia……
Siento que han pasado cosas que a mucha gente han decepcionado y lamentablemente cuando eso sucede se desentienden y no quieren seguir, y eso hace que cada vez sean menos los que quieran seguir, si no hay algo que haga cambiar el curso….
Pero no, a lo mejor el congreso sale bien y dentro de diez años la FEU es una organización de vanguardia. Tenemos que luchar por eso.