El comisario jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional aparecía conmocionado hace un par de días cuando anunció la detención de 39 pedófilos-pederastas de distintos países que intercambiaban imágenes de sus horribles perversiones en el sistema de mensajería WhatsApp.
A Rafael Pérez se le quebraba la voz al explicar que 17 de esos monstruos eran españoles, casi todos gente común de cualquier vecindario, algunos trabajando con niños y jóvenes, pero no dio sus nombres al contrario de lo que suele hacerse con otros supuestos delincuentes.
La mayoría, en libertad provisional, ha vuelto a su vida, a nuestro lado o cerca de nuestros niños, igual que centenares de bestias así que han sido presos transitoriamente en múltiples redadas anteriores. Pero no sabremos quiénes son hasta que ataquen a algunos de nuestros niños.
Cuando los detienen se pixelan sus rostros en las fotos y televisiones para que no se les identifique. Pero todos deberíamos saber quiénes son y si son vecinos nuestros como ya se exigió y consiguió en buena parte de EE.UU.
Los corruptos sufren pena de telediario, véase ahora a Ignacio González: ¿por qué ellos no cuando son lo peor para los niños? Los pederastas son criminales peligrosísimos que pueden actuar en cualquier hora y lugar.
Casi siempre son adultos cuya vida normal oculta sus viciosos degenerados, merecedores de estos adjetivos en desuso tras haber sido sustituidos por nombres de pseudoenfermedades creadas por psiquiatras “comprensivos” o pederastas.
Aceptemos que no se nos facilite su filiación tras su detención policial, pero una vez investigados y procesados debemos conocer sus nombres, como los de los políticos corruptos, para proteger a nuestros niños de su cercanía.
Esa exigencia debería presentarla en el Parlamento, por motivos positivos para ese partido, Ciudadanos: sabríamos así qué partidos, por la influencia de sus pederastas, se opondrían a legislar la protección de nuestros niños divulgando los nombres de los criminales.
(A propósito: La Audiencia de Barcelona condenó este día 18 a Pere Nolasc Ramis Fontarnau, exsecretario de organización de ERC en Castellbisbal (Vallés Occidental) a 27 años de cárcel por exhibicionismo, 13 delitos de captación y utilización de menor con fines pornográficos y tenencia de material pornográfico infantil; Podemos tiene al menos dos condenados por similares delitos y otros varios por acoso).
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SALAS