Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble, algún día lo realizará. Colón llevó en su corazón la visión de otro mundo, y lo descubrió; Copérnico impulsó
la visión de muchos mundos y un universo más extenso, y lo descubrió; Buda contempló una visión de un mundo espiritual de santidad y paz perfecta, y entró en él.
Valora tus visiones; valora tus ideales; valora la música que agita tu corazón, la belleza que se forma en tu mente, la gracia que viste tus más puros pensamientos, de ellos crecerán condiciones
encantadoras, un ambiente celestial; de ellas se construirá, si te mantienes fiel, tu mundo.
Querer es poder; soñar es lograr. ¿Deberán los bajos deseos del hombre recibir la máxima gratificación, y sus aspiraciones más puras morir sin sustento? Esa no es la ley: Tal condición
nunca ocurrirá: “Pide y recibirás”.
Sueña nobles sueños, y mientras sueñes te convertirás. Tu visión es la promesa de lo que un día serás. Tu ideal es la profecía de lo que un día llegarás a revelar.
Los logros más grandes fueron al inicio y por un tiempo un sueño.
El roble duerme en la bellota; el ave espera en el huevo; y en la más elevada visión del alma un ángel de la guarda se
agita. Los sueños son las semillas de la realidad.
Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo. Tú no puedes movilizarte por dentro y permanecer
estático por fuera.
Toma la decisión y atrévete. Cambia tu vida YA